Creo que es por vergüenza, pero más allá de los vómitos y de que dormir es incómodo, las embarazadas no te cuentan la realidad de lo que les ocurre. En general, todos los síntomas raros que me encuentro son parte de lo que se entiende por normal, pero nunca jamás nadie, te ha advertido en qué consistían.  

La verdad es que se escapa de mi comprensión entender por qué ninguna mujer se para a contarte estas cosas, entiendo que, porque no a todo el mundo le ocurren las mismas cosas, pero aquí te cuento las que me están pasando a mí y las que considero que son importante tener en cuenta. 

Vómitos constantes

A veces acaban con el primer trimestre y otras veces se alargan tooodo el embarazo. Por suerte yo no los he tenido en ningún momento, pero tengo gente muy cercana que lo ha pasado fatal porque no ha podido comer nada en mucho tiempo. 

Gases del infierno 

Al principio del embarazo notas más gases y ya está. Con el tiempo y la falta de espacio la cosa se intensifica bastante y empiezas a tener los peores gases de tu vida. A veces son tan excesivos que te pasas todo el día tirándote pedos y los notas en los lugares más extraños. 

Dormir fatal

Puede que te hayan contado que se duerme peor en el embarazo, pero ¿te han dicho el por qué?

Resulta que tu tripa se pone dura en momentos random del día por las contracciones de Braxton Hicks y el bebé decide activarse más por las noches, porque es el momento en el que tú te relajas. Así que te pasas la mayor parte de la noche recolocándote, de un lado para otro, intentando no dormir boca arriba (que al parecer es malo) y con molestias en la tripa.

Estiramiento del útero y patadas

A veces cuando te tumbas, estiras o haces un movimiento en la cama mientras duermes, tu útero decide aprovechar para estirarse y es entonces cuando ves las estrellas.

Una sensación como si alguien tirase de tu piel hasta que se rompe y quieres gritar. ¿Y las patadas? Pues ese momento tan idílico del embarazo no te lo han contado bien porque las patadas duelen. Cuando el bebé tiene marcha y se mueve mucho, la sensación es como si estuvieras en una montaña rusa y el estómago te diera vueltas de forma constante. Toda una fiesta.

Estrías de la noche a la mañana

Un día me levanté y parecía que alguien me había rajado la tripa con unas uñas. Desgraciadamente y por mucha crema que te pongas, las estrías dependen más de tu genética que otra cosa así que puedes querer hidratar lo más grande y que no sirva para nada. 

Pies, manos y cara hinchados

Te puedes despertar un día con la cara y las manos hinchadas sin entender nada o acabar el día con los tobillos y los pies gigantes. Son cositas de la gestación. Intentar comer menos sal y caminar mucho para activar la circulación son algunas de las soluciones. 

Hormigueo o túnel carpiano 

Por lo mismo que se hinchan las manos puedes estar trabajando y no sentir los dedos. Enseguida se te duermen las extremidades o te duelen las muñecas por el túnel carpiano y es que tu corazón bombea mucho más para el bebé que para tu cuerpo así que prepárate para no poder coger nada de peso sin alucinar.

Picores

A mí no me pasa (aún me quedan 3 meses y medio, todo puede aparecer) pero muchas mujeres sufren de picores horribles en la piel debido a los cambios hormonales. En la cara, en la tripa, en los brazos… La mejor solución es hidratar lo máximo posible. 

Hacer pis cada 10 minutos 

La clave para esto es tener paciencia, una pelota de yoga y acordarte de hacer Kegel lo máximo posible para hacer fuerte el suelo pélvico. Si no tengo entendido que después del parto es mucho peor y con pérdidas. 

Movimiento limitado 

Tener que rodar para salir de ciertas posturas es una de las maravillas del embarazo. En mi caso, cuando me siento en el sofá en la parte de la chaise longe para ver la tele y tengo que ir al baño, tengo que hacer ciertas maniobras de lo más ridículas. 

Dolor de espalda

Ciática, lumbares, tirones… todo tipo de fiesta en la espalda posible puede aparecer en cualquier momento durante el embarazo con el añadido de no poder darte un masaje porque no hay quien se tumbe boca abajo.