Acabo de ver «Cabaret» por enésima vez, ayer fue «Grease» y anteayer «Moulin Rouge». Sí, soy obsesiva compulsiva y me ha dado por las películas musicales. Como no puedo pensar en otra cosa ahora mismo, mientras hago mi listado de visionados necesarios para este mes, os lo cuento y matamos dos pájaros de un tiro.
Aviso, lo mismo hay baile, que no, que cantan o que no. Cómo se combinen las variables no importa.
Empezaré por la peli que más me impactó en su momento: «Mary Poppins». No os riáis no… Una tia que se saca la habitación entera del bolso, ordena la casa dando palmadas y vuela con un paraguas. Esta tía era una mutante, lo que pasa que en esos tiempos el término no estaba de moda. Y a mí los mutantes ME FLIPAN (pero eso será otro post).
Tras Mary Poppins, descubrí «Siete novias para siete hermanos» y me pasé un mes queriendo ser una de sus protas, Dorcas. Yo creo que, músicas aparte, lo que más me molaba era que los siete hermanos estaban bastante buenorros y yo, aunque aún era una pre púber, ya era muy pájara.
En toda lista cinematográfica que se precie, sea musical o no, tiene que haber algún dramón. La estrella aquí sería «West Side Story». Ojo musicón y bailes. Y atención a esa Rita Moreno que se llevó el Oscar por su actuación. En la misma línea dramática, aunque algo más endulzado, tenemos «Annie» y por último «Los Miserables» que aún no sé si me gustó o no (es aparecer Hugh Jackman y pierdo la objetividad).
Tras el lagrimeo, hay que recuperarse y lo suyo sería ver «Dirty Dancing» con ese pedazodecachodebuenorro de Patrick Swayze ¡QUE ENCIMA BAILA! Nada, insisto, NADA me pone más que un tío que baile bien. Y ya que hablamos de bailes, la siguiente en la lista es «Fame» y el bailarín estrella sería aquel Leroy Johnson que se movía que no, no, no… «Flashdance» obviamente estaría también en este apartado junto con «Footloose» Y «Fiebre del sábado noche». Y aquí me voy a permitir una licencia a riesgo de que me hostiéis. Especial mención a los bailes de «Magic Mike XXL». Que sí, que es mediocre, que va de strip-tease, que mezclarla con las otras es blasfemo. Pero ojo coreografías y ese Channing… No sé si os he comentado que NADA me pone más que un tío que baile bien. PUES ESO.
Sigo con el baile. Imprescindibles son «A chorus line» y «All that jazz». Maravillosas ambas. Increíble en la última el personaje de Joe Gideon interpretado por Roy Scheider y ese temazo de George Benson, «On Broadway» (carne de gallina rightnow).
Aunque con menos música, debe estar en esta lista porque dice mucho de las vocaciones artísticas, de la incomprensión que las rodea y del par de cojones que tienen los que deciden dedicarse a una de ellas: «Billy Elliot». No importa las veces que la vea, lloro como una mala bestia en la escena final. Ya que hablamos de bailarines, incluiré aquí «Noches de Sol» (como me gusta ese «Say you, say me» de Lionel Richie).
Si tenéis ganas de clásicos, allá van: «La leyenda de la ciudad sin nombre», «Cantando bajo la lluvia», «Un americano en París», «Víctor o Victoria«, «Funny Girl«. NADIE CANTA MEJOR QUE LA STREISAND. Es necesario que veías «Yentl», otra con escena final que me provoca lloro compulsivo.
Y por último pero no por ello menos importante «Once», que es la prueba de que se puede hacer una gran película con poco presupuesto. Tiene una de mis bandas sonoras favoritas. Escrita y dirigida por John Carney, creador también de «Begin Again». Si tenéis la oportunidad de ver el musical en Broadway, no os lo perdáis.
Y hasta aquí mi listado POR AHORA. 26 películas musicales que deberías ver. Seguro que a vosotros se os ocurren muchas más con las que adornar el otoño que se nos viene encima. Contadme cuales son, por favor, para que siga feliz con mi compulsión.
