A ver, confinados, confinados como tal… pues no vamos a estar. Parece que ya se ha hecho oficial esto del toque de queda. Que desde el Gobierno lo llaman restricción nocturna de movilidad, pero vamos, que no dejarnos salir de una hora a otra, es un toque de queda de toda la vida del señor. Según se ha dicho, parece que esto lo quieren extender hasta primeros de mayo. ¿Y eso qué quiere decir? Pues que muchas de las fiestas que se celebran hasta esa fecha… se van a seguir sin celebrar, y entre ellas y la más cercana, Navidad.
Bueno, a ver: no nos alarmemos porque celebrarla, la podremos celebrar, con la diferencia de que este año no vamos a poder reunirnos todos los miembros de la familia que no seamos convivientes, a las 23:00h (en el mejor de los casos) tenemos que estar en casita hasta las 06:00h, y eso de viajar entre comunidades… está un poco cogido con pinzas todavía.
Pero que no cunda el pánico, no vayamos a ser tan catastrofistas y negativos, porque hay millones de cosas super chulas que podemos hacer en navidad sin necesidad de estar todo el día fuera de casa y con nuestros familiares más cercanos. ¿Qué mejor que un plan casero navideño?
por ejemplo, a mí, que soy una loca de la navidad, me encanta:
1- Hacer galletas y dulces navideños
Sí, es muy típico, pero os prometo que es incluso relajante y super divertido. La cuestión es que no hagamos esas galletas o dulces en solitario, sino que incluyamos en dicha labor a nuestra madre, nuestro padre, hermanas y hermanos… Podéis coger ideas de internet o bien, podéis dejar volar vuestra imaginación y crear nuevas versiones de dulces sobre lo que os inspira la navidad.
Yo la verdad es que soy muy simple para eso. Siempre acabo haciendo arbolitos, estrellas, coronas (como la de los reyes magos), muñequitos de jengibre o bastoncitos de caramelo. Ya veréis como os reís mucho viendo cómo os salen las figuritas. Podéis incluso grabarlo como: “Navidades diferentes 2020” para después visualizarlo y recordarlo con mucho amor.
2- Adornos para el árbol de navidad
Recuerdo que cuando era pequeña, me encantaba recargar el árbol de navidad de bolas de todo tipo, de mil guirnaldas de color dorado, plateado, rojas… Era horrible, la verdad, pero a mi madre le encantaba ver mi cara de felicidad mientras yo ponía mil cosas hasta que ya no cabía nada más.
Ahora que he crecido y (menos mal) me ha ido mejorando algo más el gusto por la decoración navideña, lo que más me gusta es adornar el árbol con piñas doradas o plateadas. Es una idea super bonita y original.
Para hacerlas solo tenéis que salir a dar un paseo por algún lugar donde haya pinos, claro, y por el suelo seguro que encontráis miles de piñas. Después tenéis que haceros con brillantina plateada, dorada… en realidad podéis usar el color que más os guste (yo es que ya os digo, soy muy típica), cola blanca y un pincel. Primeramente, limpiáis las piñas por si hubiera algún bichito, después mojáis el pincel en un poquito de agua y cola blanca y le dais una capa de cola a la piña. Antes de que seque, o bien con el dedo o con otro pincel, le echáis la purpurina por encima y dejáis que seque. Os quedarán unos adornos preciosos.
3- Postales navideñas
Sí, diréis que eso ya está anticuado, que con el WhatsApp hoy en día lo hacemos todo. Unas palabras bonitas y llega en menos de 3 segundos a su destinatario. Sí, todo eso está muy bien, pero en unas fechas tan emotivas como son las navideñas, estos detalles cuentan por mil cuando le damos un toque diferente. Créeme que se valora muchísimo.
Este año más que nunca, que muchos estaremos algo lejos del resto de la familia, ¿qué os parece hacer vuestras propias postales navideñas? Hay mil ideas DIY (Do It Yourself) para ello. Por ejemplo, si la carta va dirigida a tu prima, puedes imprimir una foto de las dos en tamaño postal y escribirle una dedicatoria, o una felicitación navideña con tus mejores deseos en el reverso de la foto. Y ya estaría, una foto convertida en postal. También puede ser al más puro estilo tradicional y ser vosotros mismos quienes hagáis algún dibujo navideño y escribir por detrás una felicitación navideña.
Sea como sea, lo importante es que hagamos algo artesanal para acordarnos de todos nuestros familiares que están lejos. Eso nos acerca aún más y seguro que lo valoran y les gusta un montón.
4- Para los más Gourmets de la casa
Tengo que confesar que lo que más me gusta de las reuniones familiares son las típicas comidas y cenas. Elegir la decoración de la mesa, colocarlo todo a la perfección… me entretiene muchísimo y disfruto mogollón. Pues, de hecho, algo que también me vuelve loca es, unos días (o incluso un mes antes de navidad) sentarme con mis padres y empezar a decidir cuál será el menú navideño de este año. Comidas, cenas, entrantes, segundos, postres, para cuántos…
Este año, al menos en mi casa, tan solo seremos mis padres y yo. Pero en navidades anteriores recuerdo que incluso diseñábamos cartas como la de los restaurantes para repartirlas entre la familia y que cada uno tuviera el menú de lo que se iba a comer o cenar. Creo que es un detalle super bonito y decorativo. Además, sirve de recuerdo.
5- Preparar una buena playlist de villancicos
Y para eso, Spotify es vuestro mejor amigo. Hay playlist de música navideña para todos los gustos. Desde los más tradicionales, pasando por otros muy bonitos y elegantes como pueden ser los villancicos de Luis Miguel, hasta música moderna navideña. Disfrutaréis mucho explorando cuál es el tipo de villancico que más se adecúa a vuestra casa, a cada momento… en mi casa sobre todo los ponemos como música de fondo para que nos acompañen mientras cenamos con la familia.
En fin, ¿vosotros habéis pensado ya cómo se os plantean las navidades de 2020? ¿hacéis alguna de estas cosas o hay algo que se me escapa? Cualquier otra aportación será bienvenida para esta loca de la navidad que se niega a no pasarlo bien en este catastrófico año.
Creo que más allá de lamentarnos y quejarnos por toda esta situación que nos ha tocado vivir, tendríamos que pararnos un momento, pensar, y darnos cuenta de que, en realidad, por mucho sufrimiento que esté habiendo (eso es indudable e innegable), la vida también nos está dando la oportunidad de poder disfrutar más de los nuestros, de valorar más su presencia, un beso, una caricia… En definitiva, a valorar el tiempo que nos dedican. Porque eso, amigas y amigos, nunca vuelve.