El viernes 7 de enero se estrenó Aves de Presa y La Fantabulosa Emancipación de Harley Quinn, y como no cabía esperar otra cosa, me fui directa al cine.

La película trata sobre cinco mujeres de distintas razas, edades, habilidades y valores que se unen para sacarse mutuamente de un lío muy gordo.

No quiero contarte mucho de la película, para que vayas a verla, pero sí hablaré de cosas curiosas que he descubierto en ella.

Vamos a ponernos en antecedentes, si conoces alguna que otra película de DC, sabrás que Gotham no es la ciudad en la que querrías vivir. Hablamos de una ciudad crispada, corrupta y violenta. En ella está el manicomio de Arkham, donde una joven doctorada en psiquiatría trabaja tratando a los internos. Sí, hablamos de Harley Quinn (la maravillosa Margot Robbie). Durante su estancia como doctora del manicomio, se enamora del Joker, y ahí da comienzo una relación 100% tóxica.

Lo primero que descubrimos con esta película es que el Joker ha dado una patada en el trasero a Harley, lo que aparentemente no le viene nada bien a nuestra protagonista, ya que toda la ciudad irá tras ella para matarla. El Joker ya no es su protector, y los hombres corruptos de la ciudad, y alguna mujer cazarrecompensas, están deseando matarla.

El que más lo desea es Máscara Negra (Ewan McGregor), una reproducción perfecta de un hombre caprichoso, poderoso, corrupto, envilecido, misógino y machista. Además, con mucho dinero. Harley Quinn, y las demás, se van a ver en más de un apuro por su culpa.

El resto de las protagonistas, se enfrenta a situaciones con las que también nos podremos sentir identificadas.

Reneé Montoya (Rosie Pérez), es policía de la ciudad de Gotham, una profesión nada sencilla en esta ciudad. Un hombre se ha encargado de agenciarse todos sus méritos, nadie la escucha y se la toman como el pito de un sereno. ¿Os suena de algo?

Canario Negro (Jurnee Smollet-Bell), su madre fue asesinada y la policía no hizo nada por ayudarla. Esta situación, la lleva a verse obligada a trabajar para el señor Máscara Negra, como cantante. Cuando es vista dando hostias como panes, será ascendida, en contra de su voluntad, como chófer del mismo. Es la primera en mostrarnos qué significa sororidad. Da igual lo mal que te pueda caer una mujer, si está en apuros y no puede defenderse o valerse por sí misma, ¡ayúdala!

La Cazadora (Mary Elizabeth Winstead), su familia, una mafia italiana, es asesinada por los esbirros de Máscara Negra. Es hora de la venganza y de recuperar lo que es suyo. Tiene que superar la pérdida de su familia, pero sobre todo de su hermano pequeño. Esto la convierte en una mujer empática y en una asesina a la que más nos vale temer.

Cassandra (Ella Jay Basco), una joven que va de una casa de acogida tras otra y que tiene una gran habilidad para birlar objetos de las personas despistadas. Su actual familia de acogida, cuenta con un hombre que maltrata a su esposa, que grita, insulta y hiere, a las dos por igual. Una joven que está perdida en un mundo en el que los hombres son los que ostentan el poder, y en el que no encuentra ninguna referencia de mujer poderosa, que es con lo que ella se identifica y en lo que se quiere convertir.

Cuando comienzas a ver la película, sientes como todas estas mujeres están perdidas, metidas en un pozo profundo, del que crees que no van a poder salir. ¡ERROR! A las mujeres no se las puede subestimar.

En esta película, olvídate de villanas (o no) haciendo el mal y podrás ver a mujeres, más o menos, empoderadas, descubriendo un camino de salida diferente al que les han dictado.

Digo lo de más o menos, porque el camino al empoderamiento, nunca ha sido, ni será sencillo. Hay muchas piedras en el camino que les hacen tropezar y caer, pero las Aves de Presa siempre alzan el vuelo una vez más.

Verás mujeres que han sido tratadas como objeto, como seres de nula inteligencia, como ridículas vengadoras o como incompetentes. Mujeres traicionadas por una sociedad que no cree en ellas, una sociedad que no ve más allá de su físico o del hombre al que acompañan. Mujeres que por separado son poderosas, pero no lo suficiente para conseguir sus objetivos, pero juntas alcanzarán lo que más desean, su emancipación. Una pequeña oda a la sororidad. 

Todas estas mujeres nos muestran diferentes situaciones, diferentes formas de enfrentarlas, pero la que más me gustó, a pesar de lo obvia que pueda ser, es la emancipación que Harley Quinn consigue finalmente en su vida. Su cara cambia, su felicidad traspasa la pantalla, ha dejado de ser una sociópata sexy, para convertirse en una mujer divertida, diferente y sin tapujos. En definitiva, una mujer empoderada.

No te hagas ilusiones, Harley Quinn sigue siendo una villana, y así es como la queremos, porque es lo que ella ha elegido ser, sin ninguna imposición por parte de nadie, ni hombre ni mujer.

Después de todo esto, me gustaría darte una pista, para que estés atenta en el cine y creemos un pequeño debate entre nosotras, o con nuestros familiares y amigos. Si has visto Escuadrón Suicida, dirigida por David Ayer, me gustaría que cuando veas Aves de Presa, dirigida por Cathy Yan, te fijes en la vestimenta de Harley Quinn. ¿Notas la diferencia?

Te animo a disfrutar de una buena sesión de mujeres dando leña, de una escala de colores brillantes y vivos, y de una BSO cañera. Pero, sobre todo, sal de la sala con una buena dosis de empatía, poder y seguridad. 

¿Quién se apunta a nuestra fantabulosa emancipación?

Tamara Ocaña

@artwithdreams