Cardi B la rapera neoyorquina ha causado un gran revuelo en las redes, al subir a su instagram por equivocación una foto de sus pechos.

Pero el escándalo no ha sido por ver sus pechos si no por la forma de sus pezones.

Aunque borró el vídeo muy rápido se hicieron capturas y no tardaron en llegar miles de bromas, burlas y memes por la forma de sus pezones. Comparándolos con salami, galletas, y mil mierdas más.

 

Cardi B tuvo que subir un vídeo explicando que el tamaño de sus pezones había variado como efecto secundario de la maternidad. Algo que les pasas a miles de mujeres pero de lo que sigue siendo un tabú hablar.

Me pregunto ¿por qué una mujer en 2020 tiene que seguir justificando la forma de ninguna parte de su cuerpo? ¿por qué sus pezones deben de ser redondos, pequeños y rosados? ¿Quién se ha inventado esa norma absurda que hay que seguir?

Es que por muchas vueltas que le de no logro entender nada. Si subes una foto de tus pechos por error, y no querías hacerlo, pues la borras. Y si la gente estúpida se ríe de ellos pues debería ser denunciable. Tanto a los que lo hacen como a los que le ríen la gracia. Ya que eso puede dañar mucho la autoestima de una persona.

Pero en vez de eso tiene que salir ella a dar una explicación de por que no tiene las tetas perfectas ¿estamos locos?

Por otro lado la cantante Billie Eilish también ha recibido bodyshaming en sus redes después de publicarse una foto de ella con ropa ajustada. Sus haters le lanzaron humillaciones y burlas sobre su aspecto físico.

Esta es la foto es cuestión, en la que quizás estoy enferma pero yo veo una mujer de cuerpo normativo. O que se acerca bastante. Pues aún así ella tuvo que justificarse también por su cuerpo. Y subió un vídeo de la youtuber Chizi Duru  apoyando que no todos los cuerpos que vemos en las redes son reales.

Pero aunque sean reales o no. Evidentemente el mismo cuerpo se ve diferente si uno posa con su mejor lado y su mejor sonrisa para una foto, que si le roban una por la calle con la cara de asco y una pose poco favorecedora. Y las dos son la misma persona. Pero la que sale «mal» debe de justificarse y pedir perdón.

Ya sabemos que este año está gafado, pero con todo el tiempo que muchos están pasando en casa ¿no sería posible intentar dejar de señalar a los demás? De criticar, de burlarse, de reírse con maldad del físico ajeno. Primero porque ninguno de los que señalan son «perfectos» para poder mofarse de «defectos» de otros, y segundo porque deberíamos parar de volcar nuestro amargamiento y frustraciones sobre otras personas y mirar que mierda de vida tenemos para tener una necesidad imperiosa de jodérsela al prójimo para que esté igual que nosotros.