Desde que tengo uso de razón me he mordido las uñas. Recuerdo a mi abuela dándome golpes en las manos porque detestaba ese hábito, y también recuerdo las heridas, los pellejos, las uñas deformes y el gran complejo que he ido arrastrando hasta 2019. En junio decidí poner punto y final a mi vicio y que mis manos destrozadas se volviesen por lo menos decentes.

A día de hoy estoy muy contenta con el resultado. No son las manos más preciosísimas del mundo pero comparadas con mi pasado sí que están bastante bien. Ya no tengo pellejos, mis cutículas están selladas y decentes, y las uñas han recuperado una forma bonita sin relieves raros. Además, la piel de las manos está bastante hidratada, así que no puedo pedir más.

Compartir es de guapas, así que he recopilado en este artículo todos los productos, consejos y trucos que me han ayudado en este camino. Coged lápiz y apuntad.

Consigue una buena lima

He probado de todo, hasta limas eléctricas que están muy de moda. No me disgustaron, pero tampoco me maravillaron porque se acababa desgastando el material muy rápido.

Al final lo que más me ha gustado ha sido una lima de cristal. Son muy duraderas (si la cuidas te puede aguantar forever and ever) y se limpian con un poquito de agua. Además deja la uña muy pulida y suave.

La que yo uso es de Amazon. La compré porque me pareció sencillita, barata y porque venía en un estuche (algo fundamental para que no se te caiga y se te rompa). Podéis verla pinchando aquí, pero hay muchísimas más tanto en Internet como en tiendas físicas.

Aceite para uñas

Otro indispensable es un buen aceite para uñas. En mi caso he probado varios, uno de la marca Essence que sin más, otro de Dr. Scholl que me gusta mucho y sigo usando, y de vez en cuando aceites naturales que compro en Amazon o en un herbolario del barrio. Os cuento detalladamente.

El aceite de Essence no me gustó porque no notaba nada. El de Dr. Scholl en cambio sí que me moló. Básicamente me lo pongo cada vez que me limo las uñas o cuando me acuerdo (una vez a la semana fijo) como si fuese un pintauñas. Aprovecho cuando estoy viendo una película para tener las manos tranquilas. Poco a poco se va absorbiendo y en mi caso deja la uña con un aspecto muy bonito, pero lo que más me gusta es que hidrata la piel que rodea la uña. Esto es lo que más me ha ayudado con los pellejitos.

Respecto a los aceites naturales, he probado muchos. De rosa mosqueta, de almendras, de coco… Están muy bien también, incluso mejor que el de Dr. Scholl. El problema es que es un poco coñazo ponértelos. Mi idea es esperar a acabar el botecito de Dr. Scholl y rellenarlo con una mezcla de aceites.

¿Esmalte sí o no?

Yo solo he usado esmalte de uñas durante el primer mes de mi reto. Lo hacía para evitar morderme las uñas, porque al vérmelas bonitas y arregladas me daba más pena. Después deje de usarlo porque prefiero unas uñas naturales.

Hay esmaltes que tiñen la uña de un tono amarillo y otros que pueden estropearla y debilitarla un poco. Tened esto en cuenta si queréis mejorar el estado de vuestras manos. De todos modos, esto es algo muy personal y depende de vuestros gustos.

Deja tus cutículas tranquilas

Por favor, no os quitéis las cutículas. Sé que da rabia verlas ahí en mal estado, pero es mejor tener paciencia e hidratar bien las uñas, que cortar y arriesgarte a que se te hagan heridas. Mejor paciencia y resultados a largo plazo, que prisas y unas uñas reguleras ya de ya.

La hidratación de las manos

Otro punto fundamental en mi proceso ha sido hidratar bien las manos. He usado muchos productos y de mis favoritos ninguno es específico para manos.

En primer lugar, la crema corporal Silky de Dove y la manteca corporal Nourishing Spirits de Treets. Aprovecho lo que sobra cuando me hidrato el cuerpo y lo masajeo por mis manos y mis dedos.

En segundo lugar, el aceite de almendras. Este producto es una maravilla, el problema es que es un aceite y puede ser un poco incómodo ya que tarda en absorberse. Aun así hace milagros, así que lo sigo usando en esos ratitos de peli y manta en los que no necesito usar las manos.

En tercer y último lugar, la crema Tracto Pon de Urea al 15% para zonas ultra secas. Empecé usándola en los pies, rodillas y codos antes de irme a dormir, pero con el tiempo empecé a usarla de vez en cuando en las manos. Me pasa como con el aceite de almendras, es súper hidratante y hace milagros, pero es un poco incómoda por el olor. Suelo usarla de noche al meterme en la cama.

Estos son mis productos favoritos y truquis. Si vosotras tenéis alguno, contadme en comentarios.