Llevo siendo autónoma y teletrabajando desde mi casa cosa de seis años. Hay gente que me pone cara rara cuando digo que me flipa; y es que, aunque tenga cosas chungas (muy chungas, HOLI HACIENDA), tiene otras maravillosas. Ahí van unas cuantas:

  • Sí, puedes trabajar en pijama (o en ropa de estar por casa). Todo el mundo te dirá que no lo hagas, pero amiga: pijamistas dignidad. Una cosa chachi de esto es que no tienes que pensar el modelito diario, lo que significa poner menos lavadoras y que la ropa de calle te dure más tiempo perfecta. Además, lo de hacer videollamadas con el pijama por debajo no es ninguna leyenda urbana. Todo son ventajas.

  • Desayunas las veces que quieras mientras trabajas y puedes comer mandarinas sin apestar a nadie.
  • Te olvidas de los tuppers y del menú del día del bar del al lado del curro. A veces esto es un poco rollo, pero de verdad poder hacerte la comida (y controlar lo que le metes al cuerpinchis) es un lujazo.
  • Yo no lo recomiendo, pero puedes currar con Ana Rosa de fondo contándote toda su verdad de la vida (porque es así, es su verdad… y la de sus colaboradores, claro).
  • Puedes escuchar música sin cascos y sin molestar a nadie. WIN.
  • Haces caca en tu baño y en cualquier momento es un privilegio maravilloso. Esto mismo es aplicable cuando tienes la regla y puedes cambiarte la copa menstrual (o lo que uses) tranquilamente.
  • Tienes todo tu material de papelería a mano. Si, también esos bolis de purpurina tan cuquis que te da palo llevar a la oficina por si los pierdes o te los roban.
  • Sueles poder organizarte los horarios como mejor te venga, así que puedes sacar al perro, ir al gym, hacer la compra o ese curso de cerámica que te relaja tanto en las horas en las que están menos petados estos establecimientos (esto en épocas de confinamiento por pandemia mundial no sirve, claro). Gracias a esto controlas a todas las señoras del barrio para estar al día de las cosas importantes (como por ejemplo las ofertas de las fruterías).
  • Si te organizas bien (no es mi caso), el tiempo que te ahorras en desplazamientos (casa-oficina, oficina-casa) puedes invertirlo en estar al día de todas las plataformas de streaming.
  • Y si convives con animales, puedes hacerle una monería en cualquier momento y eso da mucha paz interior. Eso sí, si tienes gato(s) prepárate para que plante(n) el culazo en el ordenador en el momento menos pensado.

Ahora solo queda que la gente se tome más en serio mi trabajo, que a veces pareciera que como estoy en casa puesto estar disponible 24/7 para cualquier cosa (estoy segura de que las/os teletrabajadoras/es me entenderán).