A los 18-20 años crees que tienes las ideas muy claras, que siempre vas a pensar igual, sentir igual, vivir igual, que las cosas cambiarán a tu alrededor pero que tú vas a mantenerte firme en tu ideología y en tu forma de ser y de pensar. También piensas que te vas a casar con tu novio del instituto. Error. El mundo cambia, las circunstancias cambian y tú pasas de pensar cosas como ‘¿Pero para qué quieres almacenar fotos y canciones en esa cosa llamada pen drive?’ o ‘Pues a mí esto del whatsapp… no sé, no me acaba de convencer’ a no poder vivir sin 20 pen drives y a estar conectada al whatsapp 24/7.
Y te ves con 30 años haciendo cosas que a los 20 te hubieran parecido una aberración, que te hubieran supuesto el fin de muchas amistades y que pensabas que eran ‘cosas de mayores’. Y es que hay muchas cosas que hago a los 30 que mi YO de 20 nunca entendería…
- Preferir quedarme en casa viendo una peli un viernes por la noche en vez de salir de marcha
- Cambiar las jarras de cerveza por copas de vino (yo reconozco que la cerveza siempre será ‘mi gran amor’ en el tema alcoholismo, pero ahora también bebo vino)
- Pedir la opinión de mi madre. A los 20 años mi madre no tenía ni puta idea de nada; ahora mi madre lo sabe todo…
- Preferir un bolso bueno de 50€ antes que 5 bolsos malos de 10€
- Salir a la calle con la cara lavada. Sí, me veo mejor con un poco de corrector, máscara de pestañas y colorete, pero me importa cada vez menos que la gente piense que tengo mala cara…
- Acostarme entre semana antes de las 12.00 (y de las 11.00 si me apuras…)
- No sufrir por esa lorza que se sale del bikini cuando estoy tomando el sol en la playa
- Entender que hay veces que el cuerpo me pide ensalada o pescado, en vez de hamburguesa o pizza
- Y darle a mi cuerpo lo que pide
- Pensar que el concepto ‘acostarse tarde’ incluye cualquier hora a partir de las 12 de la noche
- Odiar las discotecas. No es que de joven me gustaran mucho, pero ahora ¡me gustan aún menos! Hay mucha gente, la música está muy alta, las copas son carísimas… ¿Sigo?
- Comprar calzado bueno. Sí, compro las chanclas en Primark, pero mis pies se merecen algo mejor e invierto dinero en calzado decente que no me haga ir soltando lágrimas de dolor a casa paso
- Salir más de día que de noche. Para mí el plan ideal es quedar al aperitivo, comer y echar la tarde tomando unas copas hasta que se hace de noche. ¿Salir de casa a las 11.00 de la noche?, ¿qué tenemos?, ¿20 años?
- Parar de beber en previsión de la resaca que voy a tener al día siguiente
- Tener resaca. Mi Yo de los 20 estaba un poco cansada después de una noche de marcha, mi Yo actual está hecho mierda durante 2 días después de una noche de marcha…
- Escandalizarme con las faldas muy cortas y los escotes muy pronunciados e ir pensando por la calle ‘Madre mía, esta juventud…’
- Silenciar / apagar / quitar los datos del móvil cuando me acuesto
- Disfrutar de una tarde con los hijos de mis amigas
- Querer mi cuerpo. Quererme