Hoy voy a confesaros algunas cosas que hacemos mi chico y yo y que reconozco me daría corte admitir delante de otra gente. No sé si esto le pasará a todas las parejas pero nosotros, cuanto más tiempo llevamos conviviendo y más confianza hay, siento que más cosas raras hacemos y como suelen ser cosas “tabú” o que da vergüenza admitir socialmente, no sé si al resto de los mortales también les pasa. 

Bueno, voy a empezar por los pedos. Un clásico que a la vez genera mucha controversia. Mi madre, por ejemplo, me dijo que en 26 años de casada con mi padre nunca jamás se tiró un pedo delante suyo y he oído a otras influencers decirlo también. Luego estamos mi novio y yo, que prácticamente competimos por el mejor pedo del día…La verdad es que no llegamos a ese nivel pero sí reconozco que para mí es algo normal y aunque lógicamente me joda comerme el pestazo y tampoco es algo que me dé igual de todo el mundo, en la convivencia me parece algo natural que simplemente sale. ¿Somos unos guarros? ¿Sois Team Pedo?

Otra cuestión es el afeitado. Yo ya me tengo el truquillo pillado pero mi novio con la máquina de afeitar hay zonas a las que no llega, como bien son el culo y los huevines. Total, que la primera vez lo soltó con mucha sutileza rollo “ais…he intentado afeitarme pero es que no llego…tendré que buscar la forma…” y ahora es prácticamente un clásico. La situación es bastante graciosa, la verdad. 

Creo que este es, por lo que he leído, un clásico de clásicos en algunas convivencias y es el multitasking en el baño: mientras tú haces pis yo me lavo los dientes como si no estuviera pasando nada. La verdad es que son cosas que me da vergüenza comentar porque de normal oigo a muchas parejas que ponen el grito en el cielo por este tipo de cosas y nosotros nos limitamos a poner cara de póker tipo si vosotros supierais…Pero es que ¿para qué vas a estar esperando fuera pudiendo optimizar el tiempo? 

Una un tanto más asquerosilla es comentar el estado de nuestra caca. En nuestra defensa diré que respetamos la privacidad en el momento caca pero, teniendo en cuenta que en nuestra primera cita de hotel juntos, a mi novio le dio una cagalera y vomitera impresionante que apestó toda la habitación del hotel, sinceramente no hay nada que pueda superar eso. No es algo que hagamos a diario pero sí se comenta el estado de nuestra caca si es un poco anormal.

El último fact es hablar como bebés. Sí, somos ese tipo de parejas que se hablan como niños pequeños, no me escondo. El único momento en que eso está prohibido es en la cama, donde lógicamente me corta bastante el rollo pero en el resto de situaciones está permitido decir cosas moñas como niños de parvulario.

No sé si directamente habréis pensado que somos un par de locos sin remedio o si a lo mejor vosotras tenéis cosas más disparatadas pero la verdad es que hoy en día es difícil hablar de estas cosas sin que  la gente se eche las manos a la cabeza…¿os pasa?

 

Redacción WLS