Me gustaría empezar diciendo que Sofía Suescun no me gusta. No me ha gustado su concurso, ni su actitud inmadura, ni casi nada de lo que ha hecho en Supervivientes, ni fuera.

PERO… en la isla ha habido dos personas, Logan y Sergio que la han hecho menos mala cada día, y no solo eso sino que la han hecho grande. Con su actitud ridícula y pasada de moda de hombre que va a cazar la comida y quiere que las mujeres cuando lleguen a casa les adoren y les coman la oreja diciéndoles lo buenos y lo fuertes que son.  Por favor, evolucionad ya, que sois demasiado jóvenes para ser tan retrógrados. ¡Me dan tanta pereza!

Ella ha sido la única que se ha atrevido a decirles lo patéticos y machistas que son en su cara. La única que no se ha achantado antes sus burlas y descalificaciones. La única que se fue a pescar y pescó cuando estos dos decidieron que ya no compartían más su pesca con los demás  dejando al descubierto el tipo de personas que son ( simplemente dos niños mimados inmaduros que se creen guapos y superiores al resto, sobre todo a las chicas) y demostró que no se necesita a dos machitos de Aliexpress para sobrevivir.

Y ayer nos dio uno de los momentos televisivos más grandes que hemos podido ver los seguidores de los realities.

El juego de recompensa estaba hecho para que ganaran ellos, eso es así.  Porque aunque el programa  ha tratado con total igualdad a mujeres y hombres, Sofía partía con clara desventaja. Ella lo sabía y le tocó enfrentarse en la ruleta a Logan. Que simplemente por su estatura y porque físicamente es más fuerte ya se veía ganador. Ella hasta lloró antes de empezar porque sabía que lo tenía mucho más difícil  pero no se rindió y nos dio uno de los espectáculos más emocionantes que se han visto en el programa.

La prueba consiste en agarrarse a dos palos paralelos con los pies y las manos mientras la noria da vueltas de forma infernal. Es sólo verles y ya te mareas, y ella con lo  poco que pesa no entiendo aún como no salio disparada al agua. De hecho hubo un momento anoche que la dirección tuvo que parar la prueba creyendo que Sofía se había desmayado.

Aguantó como una jabata 11  minutos encalomada a los dos palos, con su mini cuerpo soportando los latigazos. Mientras Raquel desde la arena le gritaba “Aguanta, Sofía, aguanta”, y mientras miles de nosotras se lo gritábamos desde casa.

Y nuestra energía le llegó. Esa mujer demostró ayer a todos los machirulos como Sergio y Logan que a veces no solo la fuerza física importa si no que tu cabeza y las ganas de demostrar al mundo y a ti misma que tú puedes,  te hacen vencer. Ni él ni su amiguito podían creerlo. De hecho creo que nadie de los que lo estábamos viendo podíamos creer lo que ella estaba haciendo. Pero ella lo hizo, joder si lo hizo.

El programa fue salomónico y los proclamó finalistas a los dos, aunque yo voy a decir (si no reviento) que Logan hizo más trampas que ella y le llamaron la atención muchas más veces.

Yo soy más de Raquel, me gusta su forma de ser, y creo que es mucho más fácil convivir con ella, pero solamente por el placer que nos dio Sofía, esos once minutos de adrenalina pura gritándole y animándola desde casa. Su fuerza,  valentía y coraje de no dejarse vencer en ningún momento aunque le sangraran los brazos. Ella ayer era todas nosotras contra el machismo rancio de estos dos, contra los machos de pega, contra los prejuicios y les ganó.

Por lo tanto solo me queda decir: ¡Sofía ganadora!