La Navidad es un filón para los creadores de películas y series. ¿Que por qué? Porque Navidad equivale a reencuentros, especialmente con la familia, ese caldo de cultivo de historias, donde germinan amores, rencores, alianzas y secretos.

Esta temporada navideña viene cargadita de estrenos, como no podía ser de otra manera. Pero «Días de Navidad», la apuesta española de Netflix, es diferente. Primero porque no da la oportunidad de ver crecer a los personajes a lo largo de los años, comprobando la evolución de la familia de la que forman parte.

 

Segundo porque la Navidad es sólo un telón de fondo, una excusa para unir a todos bajo el mismo techo. Vemos las circunstancias del clan en tres momentos temporales, en cada uno de los tres episodios de la miniserie. Y a pesar de los saltos en el tiempo, y de los lógicos cambios de actores para interpretar a cada personaje en cada época, es maravillosa la interpretación de todos, porque consiguen que los gestos, las miradas, el temperamento se mantengan en cada uno de los personajes de la niñez a la tercera edad.

Pero esto no se hubiera conseguido sin un reparto que quita el hipo. Haber conseguido unir en el mismo proyecto a Victoria Abril, la potentísima Elena Anaya, Verónica Forqué, la maravillosa Ángela Molina, Charo López,  Verónica Echegui, Alicia Borrachero (enorme) y Anna Moliner, es para aplaudir al director. Y por si necesitas un extra, David Solans también tiene un aparece para deleitarnos…

La serie consigue meternos de lleno en la trama, entender a cada uno de los miembros de la familia, y disfrutar de ese equilibrio de agradecimientos, culpabilidades y deudas en el que se sustentan. Hay rencores disfrazados de cariño. Hay, también, personajes que ponen distancia física de por medio por no saber marca la debida distancia emocional. Hay amores imposibles y errores cuyas consecuencias se arrastran toda la vida. Y hay secretos, muchos secretos. Tantos que, como una de las protagonistas admite: «En esta casa no decimos la verdad ni a nosotras mismas…».

 

Compruebas como la familia es un organismo vivo, que muta, crece y mengua según las circunstancias. Y aporta otra maravillosa frase que me quedo de aquí en adelante:

 

«Miramos al mundo una sola vez, en la infancia. El resto es memoria.»

Las Lunas de Venus