Si hay un suceso del que todo el mundo habló, leyó o tuvo una teoría ese fue la desaparición de Madeleine McCann en 2007. Seguro que tú también tuviste tus conjeturas y seguro que se por dónde iban.  Así que cuando Netflix estrenó el documental sobre lo que pasó con Madeleine, nos hemos casi obligado a engancharnos.

La verdad es que los dos primeros capítulos se hacen un poco lentos. Y eso que es bastante interesante porque la desaparición de Madeleine fue mucho más que el suceso en sí. Fue un auténtico fenómeno mediático, que además coincidió con los inicios de las redes sociales y los comentarios en las webs de los periódicos. Durante estos primeros capítulos, se profundiza bastante en el papel de los medios. En cómo invadieron el pueblo de Praia da Luz en busca de testimonios e imágenes de los McCann. En cómo cada día salían titulares tremendos. Y luego además el tema de choque entre culturas, los medios ingleses tratando de culpar a la policía portuguesa, los portugueses dejando caer constantemente que no era muy normal que unos padres dejasen solos a sus hijos tan pequeños.

Y ahí está lo que nos enganchó (y el por qué los dos primeros capis se nos hacen lentos). Si algo nos enganchó del tema Madeleine McCann fue el conjeturar si fueron los padres o no.  Así que claro, hasta que no llega a la parte de cuando los padres comenzaron a ser vistos como sospechosos, sentimos que el documental no nos está dando lo que queremos. Porque, reconócelo, estás viéndolo porque (al igual que un tanto por ciento altísimo de la población) sientes una atracción irrefrenable por los crímenes y más todavía, sin resolver. Y más todavía, aquellos en los que podemos criticar a unos padres irresponsables.

Durante un par de capítulos más, se narran las semanas que nos llevaron a la mayoría a convencernos de que a los padres de Madeleine se les fue de las manos la Dormidina. Para luego seguir con el relato de los años siguientes: cuando la atención mediática era alta, pero en nuestras cabezas ya estaba escrito que habían sido los padres. Daba igual la súper campaña de relaciones públicas que contrataron los McCann para que no nos olvidaramos de que Madeleine seguía desaparecida, la sociedad les había sentenciado.

 

Pues amigas, yo he acabado sintiéndome súper mala persona por haber estado tan convencida. Al final, viendo todo lo que se ha ido descubriendo en las diversas investigaciones, me he pasado al bando teoría mafia pedófila. Y súper convencida de que el señor investigador coletas podría haber descubierto más cosas si su jefe no hubiese sido tan bocachanclas.

Por favor, vedlo, y me contáis si también os han convencido los McCann. Bueno, los de Netflix, porque ellos no han querido participar. ¿Por qué? ¿Qué ocultan?