Se dice que puedes conocer mucho a una persona según sus manías, incluso a raíz de las más insignificantes. Debatir sobre ellas puede crear más controversia que spoilear el final de temporada de una serie. No es tan sencillo como decidir si te gusta más el kétchup o la mayonesa. A veces, hay temas en los que las opiniones son blanco o negro.

El asunto es el siguiente: calcetines para dormir sí o no. Como buena defensora de dormir con calcetines hasta en verano, me he enfrentado a preguntas como: «¿con el calor que hace? o ¿cómo puedes dormir así? Pienso que cuando te acostumbras a ellos, son una segunda piel. Los que comparten esta manía, entenderán por qué no hay lugar a dudas.

Calcetines sí, siempre

-El tacto suave de unos calcetines significa comodidad. Ya sean para dormir o para andar descalzos por casa.

-Si tienes los pies fríos, no conseguirás entrar en calor en toda la noche a menos que te los pongas. He salido hasta tarde muchas veces, y si me meto en la cama con los pies fríos, esa noche no pegaré ojo.

-Evita el contacto con las sábanas, que todos sabemos que en invierno están más frías que un cubito de hielo.

-En verano, aunque parezca una locura tener el ventilador pegado a la cara y dormir con calcetines, existimos un grupo reducido de humanos que tampoco podemos dormir sin ellos. Forma parte de nosotros.

-Disponemos de una amplia colección de los que son solo para dormir. Viejos, pasados y con el elástico ido, pero esos son nuestros favoritos.

Es una de esas manías que definen a una persona, así como dormir con tu peluche favorito o cerrar la puerta de la habitación por la noche por si a algún ladrón le diera por entrar en casa. Al final son un símbolo de protección.  Manías que difícilmente podrás dejar de lado cuando ya son parte de ti. Y tú, ¿qué prefieres?