El make-up o maquillaje ha pasado en los últimos años de ser una práctica de cuidado y belleza destinada a las mujeres a viralizarse de tal modo que tanto mujeres como hombres han sucumbido a los encantos del maquillaje, y gran parte de culpa de esta tendencia social lo han tenido las redes sociales, estas muestran el maquillaje como algo relajante, divertido y “fácil de hacer”.

 

Sin embargo, el maquillaje más allá de ayudarnos a corregir una rojez, darnos color al rostro o agrandar el ojo y dar más volumen en las pestañas. El maquillaje a nivel profesional no es tan sencillo como parece en un reel de instagram, este es toda una disciplina, y actualmente el maquillaje profesional se posiciona como  una de las ramas académicas que más salidas laborales tiene.

 

Más que una profesión: el maquillaje es pasión y dedicación

 

El maquillaje profesional tiene diferentes vertientes o sectores laborales hacia los cuales dirigir nuestro trabajo, y es muy importante conocerlas antes de comenzar esta carrera profesional:

 

Por un lado, tenemos su uso más conocido, el maquillaje clásico por excelencia, el cual va destinado a embellecer a los clientes, bien sea para trabajar con una determinada marca cosmética, para maquillar en un evento especial, una sesión fotográfica o, por supuesto, una boda; para estos casos, los más comunes, el requisito del maquillaje es resaltar una belleza natural, mediante una buena aplicación del color y las diferentes texturas, para lo cual se necesita un amplio conocimiento de los diferentes tipos de pieles, de los diferentes tipos de rostros y estructuras óseas,  así como las diversas fórmulas de los productos para una aplicación acertada, armónica y natural. Y aunque a priori este maquillaje pueda parecer el más sencillo, alcanzar un maquillaje casi invisible a la vista es una de las técnicas más complejas.

 

Por otra parte, nos encontramos con el maquillaje destinado a los medios audiovisuales, bien sea para el teatro, la televisión o el cine, y entre estas también encontramos grandes diferencias, ya que en algunas casos el objetivo del maquillaje será caracterizar al personaje, y en otras realzar los rasgo mediante el maquillaje para que este se aprecie en cámara.

 

Cursos de maquillaje para despegar profesionalmente

 

Como hemos visto el maquillaje profesional conlleva el estudio y aprendizaje de muchos aspectos, y todo esto se aborda desde una programación didáctica en la cual el maquillador a través de unos contenidos específicos obtendrá una serie de competencias, que lo harán válido dentro de un entorno profesional.

 

Estos contenidos o competencia no se contemplan o no son necesarios en un ámbito amateur o incluso en los propios influencers de maquillaje, por ello para entrar en este sector de manera profesional debemos de realizar previamente un curso de maquillaje y caracterización.

 

En la capital se encuentra ubicada la asociación de maquilladores españoles para cámara y foco, uno de los mejores espacios educativos para realizar cursos de maquillaje en madrid, ya que cuentan con el mejor equipo formativo, en un programa en el cual podremos ampliar nuestra formación hasta conseguir una formación superior mediante un máster propio de maquillaje.

 

Sin embargo, lo más importante antes de iniciarnos en la profesión es tener en cuenta un factor, y éste deviene, como cualquier disciplina artísticas, de sentir una verdadera pasión por este mundo: el del maquillaje, ya que las destrezas técnicas las iremos consiguiendo a través de una buena formación académica.

 

Más allá de tendencias, marcas e influencers, el maquillaje es una herramienta de trabajo, pero como hemos visto en este articulo, detrás de una buena cara y unos labios rojo carmín, debe haber formación, amor y dedicación.