Hace un tiempo que inicié mi aventura en redes sociales. Es algo a muy pequeña escala, pero que me reconforta mucho. Descubrí el Diamond painting como un nuevo hobby recomendado por una plataforma de compras por internet. Es una manualidad similar a la pintura por números, pero que, en vez de pintar con pinceles o pinturas, pegas unas pequeñas piezas (diamantes) siguiendo el patrón de símbolos del fabricante.
Me pareció algo genial porque no exigía una inversión alta (a no ser que luego te metas a coleccionar accesorios, que eso es otro tema) y que me ayudaba mucho con mi ansiedad. El resultado era muy chulo, así que me aficioné bastante.
No tardé en convencer a mi madre, a mi sobrina, mi prima y mi marido de que probasen y, como era de esperar, se engancharon conmigo. Entonces, creado ya mi perfil en RRSS como Luna Purple donde compartir estos artículos que con tanto cariño os escribo, empecé a descubrir que el mundillo “diamantero” en Instagram y Tik Tok era inmenso.
Conocí artesanas que hacen bolis increíbles y son mi perdición, otras que hacen bandejas, organizadores… Es una manualidad que no necesita nada, pero admite casi de todo. Así que puedes coleccionar accesorios, intentar hacerlos tú como complemento de la manualidad… Lo que quieras. La verdad es que es un mundo que me enamoró.
Entonces empecé a seguir cuentas de diamanteras y ellas empezaron a seguirme a mí. Me gusta compartir las cositas que compro, cómo van quedando los cuadros que voy haciendo… Me parecía un espacio de colores chulos, purpurina y arcoíris, ya sabéis, todo cuqui siempre. Y aunque durante muchos años renuncié a mi lado cuqui… Seamos realistas, dame un boli en color pastel y me tienes ganado el corazón.
Entonces empecé a hablar con unas y otras, hasta que unas empezaron a advertirme de otras. No entendía nada. Me encontré con gente que hace Lives en Tik Tok mientras realiza la manualidad y charla y me parecía algo muy chulo, pero siempre que entraba en algunos Lives me encontraba con gente hablando mal de la gente que estaba en los otros Lives. Os prometo que no lo vi venir. Gente que se junta para hacer algo que les gusta en común y charlar en público, pero que se enfada con otros grupos que hacen exactamente lo mismo.
Entiendo hasta cierto punto los piques entre artesanas que se juegan sus ingresos familiares, pero no llevados a intentar hundir las cuentas de otras artesanas. Pero desde luego lo que no entiendo son los malos rollos entre personas que no se juegan absolutamente nada.
Todo el mundo me hablaba de la toxicidad de este mundillo, pero unas y otras me trataron siempre con cariño tanto en público como en privado. Siempre que he pedido un consejo he recibido decenas, siempre que he pedido ayuda han acudido de inmediato, pero sin embargo se empeñan en seguir hablando de que es un mundillo tóxico.
A mí es un lugar que me ha aportado solo cosas positivas, por lo que decidí negar públicamente que sea un lugar tóxico y combatirlo como este mismo mundillo pide: con purpurina y colores pastel.
Hay gente con la que estoy menos de acuerdo, hay artesanas que no han tenido buenos detalles conmigo, pero no se me ocurre ir a sus cuentas a decir cosas horribles o juzgarlas en público. Hay gente aquí que vive de esto y hay que tenerlo en cuenta.
El caso es que, al contrario de lo que hago en mi vida personal, soy totalmente imparcial y peleo por la paz, cueste lo que cueste.
Hace un tiempo, una chica con una cuenta bastante grande me sorprendió con un vídeo anunciando su vuelta tras estar desaparecida por querer escapar de los ataques hacia ella y su familia por redes sociales. ¿Quién puede insultar a una persona que dedica sus ratos libres a dar consejos y enseñar sus cosas de manera desinteresada?
La gran mayoría de las personas que conocí en estas redes empezaron la manualidad buscando paz mental tras un duelo, buscando eliminar la ansiedad de sus vidas, superar una depresión… Hay muchísima gente con dolor crónico, fibromialgia, TLM… Es un lugar muy diverso que admite a todo tipo de personas y, al ser una manualidad tan versátil, la puede realizar casi cualquiera…
¿No debería ser este motivo la razón por la que convertir este lugar en un sitio de paz?
Pues si, tras este vídeo que os cuento, decidí hacer yo uno contando una conversación que tuve con mi marido. Yo le decía que esta había discutido con aquella, entonces ya no podía comprarle a tal artesana porque eran amigas y entonces… Y el me miraba atento y me dijo “Pero si esto va de pegar diamantes” (haciendo referencia a una frase de Los Simpson adaptada a las circunstancias, para dejar claro que es todo mucho más sencillo).
Desde que hice ese vídeo quiero pensar que cada vez que algunas de las chicas comparten su publicación con el hashtag #estovadepegardiamantes es porque comparten mi visión. Esa de crear un lugar seguro donde cabemos todas y, aunque pueda surgir una diferencia, pesa más lo que nos une que lo que nos separa.
Luna Purple.