Tengo una compañera de trabajo que el año pasado pilló el covid y esos días que estuvo mal se adelgazó. Ya era una chica delgada pero con sus curvas y se quedó muy delgada y casi sin forma. Al parecer le gustó su nueva figura y desde entonces ha ido cambiando. Come raciones que ni un bebé en BLW. Para que os hagáis una idea, desayuna media tostada tipo wasa (son planitas y pesan unos 10gr cada una) o 1/4 de plátano, o si se come un (poco) de helado el finde está toda la semana compensándolo «porque se ha pasado con el azúcar». Y nunca se acaba el tupper (que encima tira el resto al wc pero eso seria para otro post)
La verdad es que es un poco preocupante, pero como no le tengo confianza tampoco le he dicho nada. El problema es que ella si que no se calla. Yo estoy gorda y yo no se que bicho le ha picado conmigo. Estoy comiendo y tiene que hacer algún comentario tipo «ufff ese pan no es muy saludable eh?» o «ui, eso la aplicación de realfood lo valora con poca puntuación».
Nunca comenta nada de mi cuerpo (porque entonces si que la tendríamos) pero si sobre lo que como o me envía artículos sobre lo malo que es X.
Siento como si la perdida de peso incluyera gordofobia, porque el resto de compañeros comen mucho peor que yo pero están delgados y no les dice nada. Tampoco creo que sea que me tenga más confianza porque, como he dicho antes, no nos tenemos mucha. Somos simples compañeras de trabajo. Los comentarios en sí no me afectan, lo que me molesta es lo pesadita que está. Y reconozco que un poco también me preocupa.
¿Creéis que es gordofobia o hay algo más serio?