Plenas Navidades, vacaciones, mucho tiempo libre y pocas ganas de salir de casa con el frío castellano-leonés que hay en mi ciudad. Enciendo la tele, pongo Netflix y en grande está Henry Cavill con pelo blanco y unos penetrantes ojos anaranjados.
“Coño, ¡si ya han estrenado la serie de The Witcher!”, pensé. Total, que me puse a verla y hoy os traigo una review calentita.
Primero me voy a poner en plan intelectual. Se trata de una serie inspirada en los libros polacos que a su vez inspiraron los videojuegos. La historia narra las aventuras de Geralt de Rivia, un brujo que va cazando monstruos por los Reinos del Norte. Tiene cara seria y un polvazo que te mueres.
También te cuenta la historia paralela de Yennefer, una hechicera con varias malformaciones físicas y un poderío en el coño metido que te caes de espalda.
Razones para ver The Witcher
La trama es TOP, aunque no te hayas leído los libros ni hayas jugado a los videojuegos en tu vida. Además los personajes lo molan todo, sobre todo en versión original.
La canción de Toss A Coin To Your Witcher es mi villancico favorito. MENUDO TEMAZO, SEÑORAS Y SEÑORES.
Cada vez que Henry Cavill a.k.a. Geralt de Rivia dice “Fuck” yo me quedo embarazada.
Y por si no os he convencido, aquí os dejo una poderosa razón en forma de gif. Demos las gracias a la madre que parió a este hombre, porque está claro que una criatura así no es humana. Ni brujo, ni hostias, es un Dios de otro planeta.
