En el último mes, no sé por qué, he asistido al incremento de mensajes en Instagram de personas que quieren que adelgace. Normalmente no suelo contestarlos, paso como lo que son, algo sobrante en mi vida (como mis kilos!! ¿Casualidad? No lo creo.), pero en la última semana, seguramente porque mercurio está retrógrado en mi signo ( mira, yo no tengo ni puta idea, solo era para justificarme y me lo acabo de inventar), estoy contestando a estos mensajes.

A mí hay dos tipos de mensajes que me tocan mucho lo que viene siendo el coño, primero los que te mandan un emoticono, que no sé qué quieren decirme y su conversación solo se limita a eso y los segundos los que me mandan un mensaje tipo en modo spam.

Tú a mí me vienes con argumentos, diciéndome: chata estás gorda, deberías cerrar un poco el pico porque eres joven y … ( inserte aquí el motivo alentador que quiera) sin conocerme y te mandaré a la mierda como a todos, pero te mandaré a la mierda sin ser una sobrada, y puedo asegurarte, que yo a veces, me vengo muy arriba a pesar de mi 1’57.

Pero anoche, llegó a mi vida Rocío. Yo el Instagram lo tengo para 2 cosas, ver ropa y jugar con mis niños, así que posteo poco, mal y chorradas. Hoy subí unas fotos con mis niños y por la noche, Rocío, que ya llevaba días siguiéndome me mandó el siguiente mensaje:

Yo, que estaba tumbada en el sofá tocándome el higo, después de comerme una tostada con mantequilla por un antojo, estaba flamenca, seguramente porque soy sevillana,copié su mensaje y lo modifiqué y me quedó tal que así:

A los minutos Rocío, me llamó maleducada, estaba ofendida por lo que le había dicho sin darse cuenta de varias cosas:

– Ella solo me escribe porque me ve gorda, sin hablar conmigo antes.

– Juzga sin conocerme y sin saber lo que como.

-Me manda un spam que yo no he pedido y que por supuesto denuncié.

Y lo más importante Rocío

-No sabes cómo me he podido sentir yo leyendo tu mensaje.

Que vale, que a mí me la trae al fresco totalmente, pero nunca sabes quién hay detrás de la pantalla. Así que tu ofendimiento ( no sé si existe la palabra) me parece sencillamente una fantasía y de una hipocresía galopante.

Yo que soy enfermera y a veces, aunque sé lo que hago me acojona el cagarla, esta gente que no tiene estudios, ni titulación alguna, te ofrecen productos adelgazantes me parece terrible.

Stop al acoso por redes sociales.

Dejad de mandar Spam queridas empresas, nos tenéis hasta el Toto. Shein tú si puedes mandarme lo que quieras por favor y gracias. Sabemos que estamos gord@s y cuando nosotros decidamos daremos el paso de adelgazar o no. Dejad de fusionar salud mental con estar delgado.  No creáis a las personas falsas expectativas sobre la delgadez vendiéndose como la única manera de quererte y estar bien contigo mismo porque no es así.

Ni todos los delgados son felices.

Ni todos los gordos infelices.

Comed bien, haced deporte, no os dejéis convencer para comprar mierdas adelgazantes y quereros mucho para dar con la puerta en las narices a vende motos como Rocío.

Manuela Pérez