Llega un punto en toda relación en el que sabéis perfectamente lo que os gusta y lo que no, y esto tiene su lado bueno y su lado malo. Mi novio sabe qué movimientos hacer para que me corra, con qué postura disfruto más y cómo acariciar mi cuerpo para que tenga los orgasmos más salvajes. Yo también sé cómo lograr que el disfrute. Sí, tienes un orgasmo asegurado, pero inevitablemente acabas probando las mismas cuatro posturas una y otra y otra vez. ¿Eficaz? Totalmente. ¿Aburrido? Un poquitín.

Mi chico y yo estábamos dando un paseo por la ciudad cuando entramos en una nueva librería estilo vintage. Entre la estantería de “novela policiaca” y “autoayuda” había un pequeño rincón con libros sobre sexo. Mis ojos fueron directos a por el kamasutra para dummies. Cogí el libro y empecé a echarle un vistazo, y la bombilla de mi cabeza se iluminó con toda potencia. ¿Habrá alguna aplicación del kamasutra para el móvil? Saqué el teléfono del bolso, me metí en la Google Store y efectiviwonder, ocho mil aplicaciones de este tipo.

Descargué la primera que pillé. Bueno, en realidad descargué la que tenía el icono más discreto y bonito. En mi cabeza me monté un plan perfecto y al salir de la tienda se lo conté a mi novio…

“Mira, Pedro, he tenido una idea. Me he descargado esta aplicación del kamasutra. Si le das al botón de aleatorio te recomienda una postura. ¿Probamos una postura nueva cada día durante un mes en plan reto?”

La respuesta fue un rotundo “sí”, y así comenzó nuestro pequeño experimento casero.

Ahora que ha pasado un mes desde que descargué la aplicación, he recopilado mis conclusiones:

  • Probar cosas nuevas mola un montón. En serio, tenéis que probarlo.
  • Da igual tu forma física o tu elasticidad, al final te apañas.
  • Aunque creas conocer lo que te gusta y lo que no, siempre encontrarás nuevas posturas que te pongan a mil.
  • A veces es más excitante variar y probar algo nuevo, que recurrir a esa postura con la que siempre te corres. En la variedad está el gusto.
  • Es posible que te hagas daño a veces, sobre todo con las posturas más rarunas. Hubo un día en el que parecía un playmobil. No podía mover el cuello. Mereció la pena.
  • Aunque te de vergüenza hacer ciertas cosas, tienes que superarla. El placer y la diversión pesan más que nuestros miedos.
  • Las risas están aseguradas, de verdad.
  • No te obsesiones con probar cosas nuevas. Una cosa es hacer este reto por curiosidad y otra muy distinta es querer innovar cada día del año. La rutina también tiene su lado bueno.

Veredicto: me ha flipado la experiencia y seguiremos usando la aplicación, aunque no tan a menudo. Os recomiendo probar y que me contéis en comentarios vuestra experiencia.

 

Anónimo

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