Vivo de alquiler en un lugar donde los bidés no son populares y me las veo y me las deseo cada vez que me quiero lavar el coño. En mi opinión, los bidés son artículos de primera necesidad que deberían tenerse en todas las casas y que ayudan mucho a mantener la higiene cuando darse una ducha no es una opción.
El uso del bidé (bidet en su origen etimológico), se remonta a la Edad Media aunque la primera vez que se registró la palabra en un escrito fue en la época de Luis XV y se usaba como método anticonceptivo y para evitar la proliferación de las ETS. Evidentemente su eficacia anticonceptiva es bastante dudosa pero sí que ayuda con la higiene, por eso no entiendo ¡por qué no están en todas las casas!
Hasta la Georgina admite que su cuarto de baño necesita un bidé para darse un baño checo o polaco -el culo y los sobacos-.
Evidentemente el día en el que no viva de alquiler nunca más, si no hay bidé en la casa que compre pues haré obra para instalar uno. Mientras ha sido una odisea ingeniármelas para lavarme el coño.
Por Amazon encontré una especie manguera que se engancha a la toma de agua del inodoro la cual tiene una llave que abres o cierras para que pase el agua. Te sientas en el inodoro, abres la lleva y aprietas el gatillo y voilà! Agua pa’ tu coño. De esta forma en verano no hay problema pero en invierno… La cistitis la pillé fue gorda porque una no se puede lavar el chochete con agua helada. Lo sé, lo sé…, es de cajón.
Una cistitis y una caja de antibióticos más tarde, mi amiga me recomendó la idea de llenar una jarra con agua tibia y lavarme el coño al chorro sentadita en el váter. Esta técnica es mucho mejor que la anterior pues la cistitis te la evitas, no obstante, la jarra no alberga tanto y hay que rellenarla una segunda vez, sobre todo si estás con la regla. Si como yo, no tienes el grifo a mano y te tienes que levantar, lías todo un pastizal mojando los alrededores. Esta técnica es mejor que la anterior pero no la que más me gusta. Recordad: la instalación de un bidé de obra no es posible todavía.
Volviendo a Amazon encontré una especie de bacinilla que tiene como un alerón que sirve para que se mantenga encajaba en el inodoro y lo único que tienes que hacer es llenarla con agua. Viene con su tapón incluido así que tal y como la llenas, la vacías cayendo todo el agua al váter. Este es el único aparatejo que te permite remojar el coño en caso de que necesites aplicarte medicina, por ejemplo, si acabas de parir o si sufres hemorroides. Mis amigas que han parido cuentan que les ayudó mucho en el posparto a la hora de mantener la higiene cómodamente.
¿Es el método ideal? No, pero de todos los habidos y por haber es el que mejor cumple con mis necesidades hasta que encuentre una casa -o el dinero- para tener un bidé de obra.
No veo el día en el que tenga mi propio bidé de obra y pueda lavarme el coño a gusto.
