Cuando das a luz la humanidad entera parece saber más que tú. Si le das el pecho, mala madre. Si le das biberón, mala madre. Si dejas el trabajo para cuidarle, mala madre. Si le metes en una guardería, mala madre. Si no le haces caso cuando llora, mala madre. Si le haces caso, mala madre. Amiga mía, si hagas lo que hagas te van a juzgar, haz lo que te salga del higo.

De por sí la maternidad es la protagonista de muchos debates, pero si hay algo todavía más polémico es el tema de la lactancia, de la que vengo a hablar hoy.

Si tenéis Twitter y no seguís a la cuenta @matronicidio, no sé a qué estáis esperando. En su cuenta aborda los problemas del embarazo y de la maternidad desde su perspectiva profesional (pero con mucho desparpajo), y entre todos sus puntazos hubo un tweet que me gustó especialmente:

El tweet lo deja bien claro: según la OMS es recomendable dar el pecho hasta que la mamá y el bichito quieran, aunque los 2 años sea un buen momento para dejarlo SI TÚ QUIERES.

De por sí este tweet me encantó, pero lo que me sorprendió todavía más fueron las respuestas de muchas madres compartiendo sus historias con la lactancia.

 

 

¿Cómo es posible que la gente juzgue tan a la ligera un acto tan sano y normal? ¿Qué tiene de malo dar el pecho a tu hijo si los dos estáis cómodos? ¿Por qué la gente ve con malos ojos la lactancia prolongada?

Yo creo que se piensan que el peque va a acabar como el niño de Juego de Tronos de la casa Arryn que seguía mamando a los 8 años y que estaba un poquito de la olla.

Total, queridas amigas, que hagáis lo que mejor os convenga. Si queréis hacer lactancia prolongada es una opción totalmente respetable, pero si no podéis dar el pecho y tenéis que recurrir a leche de fórmula no os sintáis culpable. No hay mamis buenas o malas, sólo mamis que hacen todo lo mejor que pueden.