Es un hecho. Por fin te pintas las uñas después de llevarlas durante días como una pordiosera. Y es en ese mismo instante que se te ocurren mil cosas que debes hacer. Te entran las prisas y acabas sucumbiendo, cargándote tus preciosas uñas recién pintadas, claro.

¿Cuántas de estas te han pasado?

Sacarte las bragas del culo que te están violando.

Ponerte la chaqueta o abrocharte el pantalón.

Fregar ese plato que te mira desde el fregadero.

Buscar algo en el bolso. El móvil, las llaves. Algo seguro que necesitas.

Sacarte un moco que te molesta terriblemente.

Contestar un whatsapp que de repente te parece mega urgente.

Ponerte las medias. Terror.

Irte a dormir y meter la mano debajo de la almohada o de la cabeza y que se te quede la marca de las arrugas/pelos.

Ponerte los zapatos y que tu dedo haga de calzador

Cambiarte de pendientes/abrocharte un collar/pulsera