Durante siglos y siglos la humanidad lleva peleándose y matándose por cual es la religión verdadera. Y hoy en día pues ya hay más agnósticos que otra cosa. Porque todas nos prohíben mil cosas y nos hacen sentir fatal todo el tiempo.

Vengo a informaros que eso va a cambiar desde ya. Hoy 19 de Octubre de 2018 yo, La Reina Emma I doy a conocer al mundo la nueva religión de la cual me confieso creadora: “El croquetanismo”.

Sé que ahora muchas personas se pondrán en contra y empezarán a decir que esto es una secta, pero quien sabe lo que es. Hasta que no se pertenezca a ella no estaréis seguros de si de verdad sois creyentes y practicantes o meros paganos.

Han  habido otras religiones como el Pastafarismo, en las cuales han intentado demostrar que Jesucristo era hijo del Monstruo del spaguetti Volador (así se llama su Dios), y que el principio del mundo lo creo este Monstruo que estaba borracho.

¿Un espagueti borracho?

Yo no vengo a contradecirles porque quiero dejar claro aquí y ahora que Jesucristo no era hijo del  Croquetanismo, que se lo queden los tallarines esos. El creador del croquetanismo fue Lucifer y su hija soy yo. Soy el mal hecho guapa, para despistar, porque claro si fuera una mujer fea con patas de cabra pues salíais corriendo.

El Diablo vivía en el infierno a una temperatura altísima, y con montañas de aceite hirviendo que salpicaban a todos los que pasaban por allí. Y de repente su hija gorda que estaba todo el día en la playa a 80 grados y sin sudar  dijo: «Aquí se podrían freír un  montón de cosas papi».  Y el Diablo que adoraba a su hijita dijo: “Espera que voy a poseer a un cocinero francés, que esos son buenos, y que haga algo delicioso para ti”.

Total que un señor llamado Antonin Carême poseído por mi padre, inventó ese manjar. Y a partir de ese día pues en el infierno ya no se hizo el vermut con otra cosa.

Tener el aceite siempre hirviendo ayuda mucho, la verdad.

Pasado los siglos su hija que seguía viva, porque claro es inmortal, fue enviada a la tierra, para aclarar que su padre no era tan malo como lo pintaban y que si Jesucristo convirtió el agua en vino, que oye no está mal la cosa, su padre creo el mejor manjar.

Y aquí estoy yo ( ¿Quién dijo que el diablo era un hombre?, quizás era una gorda que comía croquetas…) para decirle de una vez al mundo entero, que la religión verdadera, la única y a la que hay que seguir es El croquetanismo. Y todos sus miembros se llamarán croquetanas y croquetanos.

¿Requiere la religión una auténtica creencia teológica, o simplemente un conjunto de rituales y una comunidad que se une como forma de representar sus alianzas culturales? Pues dicho de este modo somos una religión sí o sí. Bueno de momento soy yo sola, pero espero ser el mesías y tener millones de adeptos más o menos en cinco o seis minutos después de que esto se haga público.

Para ser un buen croquetano debes querer a las croquetas sobre todas las cosas y seguir a raja tabla los 10 mandamientos:

  1. Amarás a las croquetas sobre todas las cosas.
  2. No molestarás a tu mesías (a mi) en vano. ( O sea, sino es para ir al bar, o al chiringuito).
  3. Santificarás las fiesta poniendo croquetas siempre en el aperitivo.
  4. Honrarás a tu padre, tu madre, tu suegra o tu amigo que haga croquetas caseras, sobre todo si son de cocido.
  5. No matarás, a no ser que alguien te quiera quitar la última croqueta.
  6. No cometerás actos impuros (o sea comer croquetas congeladas).
  7. No robarás croquetas ajenas.
  8. No dirás mentiras si la bechamel la has comprado hecha.
  9. No consentirás pensamientos impuros, como que las bravas son mejores.
  10. No codiciarás croquetas ajenas. Si no sabes hacerlas, aprende.
A mi padre pongo por testigo que jamás os faltaran croquetas.

Los siete pecados capitales que si no los sigues  irás al cielo. Y allí no hay ni croquetas ni freidora. Solo gente que toca el arpa y come queso Philadelphia y comida fit.

  1. Lujuria a tope, para hacer hambre y luego comer más croquetas.
  2. Gula, indispensable para comer cuantas más mejor.
  3. Pereza, de hacerlas porque son un coñazo, pero intenta que las haga otro.
  4. Ira. Cuando te apetecen abres el congelador y ves que alguien se comió el último tupper.
  5. Envidia cuando hueles la freidora de tu vecina y sabes que ella si tiene.
  6. Avaricia cuando vienen tus amigos a cenar a casa y les dices que no tienes croquetas porque sois muchos y tocareis a una cada uno y las quieres todas para ti.
  7. Soberbia cuando sabes que las tuyas son mas buenas que las de los otros, y se lo puedes restregar por la cara todo el tiempo.

Y antes de irte a dormir cada día rezarás de rodillas en tu cama estas dos oraciones, para ser un buen croquetano y no descarriarte y empezar a comer calamares a la andaluza los domingos.

 Primera oración, Croqueta nuestra:

Oh croquetas que me lleváis al cielo,

santificada sea tu bechamel,

venga a nosotros tu rebozado.

Hágase tu voluntad, así en casa como en los bares.

La croqueta nuestra de cada día, dánosla hoy.

Perdónanos por  nuestra gula, igual que nosotros perdonamos a los fit que no comen.

Y déjanos caer en todas las tentaciones,

y líbranos de las croquetas congeladas.

Cromen.

Segunda oración, Salve croqueta:

Dios te salve croqueta llena eres de gracia.

Bendita tu eres entre todos los alimentos,

y bendito sea el fruto de tu relleno.

Santa croqueta madre del aperitivo

ruega por nosotros croquetanos

ahora y hasta la hora en que reviente.

Cromen.

Y a partir de aquí si crees poder seguir nuestras leyes, ser un adepto que honre a su mesías y a las croquetas sobre todas las cosas, y no traicionar jamás nuestros principios por encima de todas las cosas. Bienvenido al croquetanismo, la religión que llevabas toda tu vida esperando.

Imagen destacada : CLB Tattoo