Conocí a Sophie Kinsella en julio de 2013, durante la semana  que siguió a la ruptura más traumática que recuerdo. Llego a mis manos a través de  Una chica años 20 . Era un día de sol y yo estaba tumbada en un parque cuando me sumergí en la vida de Lara,  con sus desastres amorosos, su carrera laboral que pende de un hilo… y la aparición del fantasma de su tía abuela Sadie que pone su vida patas arriba, empujándola a zambullirse en mil líos a los que Lara es reacia, pero que acaban haciendo que disfrute de la vida. Sin ser nada del otro mundo, me reí. Me reí a carcajadas tumbada en aquel parque mientras leía las ocurrencias y berrinches de Sadie que acaban llevando a la protagonista a arriesgarse, a tomar decisiones, a enfrentarse a su familia, a hacer locuras por amor, y en definitiva, a vivir como no se había atrevido a vivir hasta la llegada de su tía abuela.

unachicaanosveinte

A lo largo de aquel verano, los libros de Sophie me acompañaron en mis idas y venidas al trabajo, en mis tardes vuelta y vuelta en la piscina, en mis momentos de relax en el parque o en la terraza del bar de la esquina.  Era consciente de no estar descubriendo ninguna joya literaria, pero eran exactamente lo que yo necesitaba. Entre las páginas de sus novelas encontré carcajadas, encontré situaciones con las que identificarme, encontré mujeres que se metían en líos, que tenían problemas parecidos a los míos y que se enfrentaban a ellos sacándole la lengua a la vida, como me gustaba hacer a mí. Encontré mujeres que a veces saben lo que quieren y a veces no, mujeres que hacen tonterías y luego tienen que arreglarlas. Encontré historias de amor más parecidas a las que yo había vivido que al almíbar exagerado de muchas novelas de amor. Encontré, en definitiva, la manera de escapar un poco de lo mucho que me dolía haberlo dejado con mi novio, de lo agobiada que estaba en mi trabajo, de lo poco segura que estaba respecto a mi futuro.

Conocí  en ¿Te acuerdas de mí? a Lexi Smart, que se despierta tras un accidente sin recordar los últimos tres años de su vida y sin reconocer a la persona en que se ha convertido.  A Polly, protagonista de Tengo tu número, que pierde su anillo de compromiso, su móvil y los nervios, pero acaba encontrando a un misterioso desconocido  que cambiará su vida. Me reí a carcajadas con Samantha, adicta al trabajo que en La reina de la casa se convierte en el ama de llaves de una mansión tratando de huir de sus problemas laborales.

Te acuerdas de mí - Sophie Kinsella

Y entonces llegó ella. Becky Blomwood y sus desternillantes aventuras. Seguro que muchas habéis visto Confesiones de una compradora compulsiva, basada en el primero de los siete libros de la serie Loca por las compras. Como escribí en su día en mi blog :

Becky es un desastre. Un desastre absoluto. Se siente irrefrenablemente atraída por toda tienda/modo de gastar dinero existente que se cruza por su paso; se ve envuelta en  los líos más absurdos imaginables y por imaginar; intenta esquivar los problemas hasta que se convierten en grandes bolsa de nieve, y siempre parece que estar al límite de que todo estalle en su cara echando por tierra sus finanzas, amores, relaciones con amigos, o vida laboral.  A lo largo de la saga, Becky se mete en mil líos, se endeuda hasta las cejas, cambia de casa, de ciudad, de trabajo, se casa, tiene una hija, y pasa por absolutamente todas las situaciones vergonzosas que a una le pueden ocurrir en su vida cotidiana.

str2_ma_2004_p4c world book day 2014 genres chick lit

Las de Sophie Kinsella son historias ágiles, fluidas, con chispa. Libros que se leen rápido. Narradas en primera persona,  en ocasiones la sensación es más de estar tomando un café con las protagonistas que de estar leyendo una novela. Si lo que buscáis es pasar un buen rato en buena compañía, no os puedo recomendar a una autora mejor. Salvo tal vez a nuestra colaboradora Lara, claro ;)