Sí, tengo el pelo corto. Sí, lo he llevado así (prácticamente) siempre. Y sí, continuamente tengo que aguantar los mismo comentarios: Déjalo crecer para ser  más femenina o la gran frase “Déjate el pelo largo o pareces bollera”. Olé, olé. ¡Alegría y despiporre!

Y ante vuestras dudas: no, no trabajo en el Ministerio del tiempo y no viajo al pasado. Esto me lo han dicho y siguen diciendo gente que tiene el alma y raciocinio viejunos. Y ojo, que no son pocos y muchos son jóvenes. Los clichés, los estereotipos siguen anclados y están entre nosotros.

Aunque me dé bastante igual, no llego a encontar la relación por la que la gente sigue asociando la longitud de la melena con la feminidad o con lo que anima a mi chichi. ¡Hola, mundo! Tengo el pelo corto y aún así soy hetero y me considero femenina.  ¡Qué locura!

Una melena pantojil lacia y larga no tiene por qué ser sinónimo de feminidad o sensualidad (pensad un momento en Flos Mariae… Gracias).

Amigas que son o han tenido alguna relación lésbica (sí, también aclarar que la bisexualidad existe. Lo digo por el viejunismo que sigue por ahí) no se han despertado al día siguiente con pelo rapado ni comportándose como un macho ibérico. Y no, hay gays que no son locazas. “¿Ese chico es gay? Pues no se le nota” ¿Pero qué se le tiene que notar! No bajan con una boa de plumas a comprar el pan, señora.

Esta sociedad va de moderna pero sigue teniendo pensamientos y estereotipos que huelen a rancio. No todos los gays son afeminados ni todos los que tengan un punto femenino son gays. Tampoco todas las lesbianas tienen el pelo corto y no, no toda mujer que lleve el pelo corto o vista camisa de cuadros es lesbiana. Cada uno hace en su cama (o donde sea) lo que quiere pero no tiene nada que ver con llevar el pelo rapado, tatuajes, piercings varios o camisa abotonada hasta arriba. ¡Digievolucionemos, por favor!

Ante mi pelo me han llegado a decir que soy valiente. No, eso no es para nada valentía. Utilicemos bien los adjetivos. Ser valiente es escalar el Everest, subirse a un escenario o criar hijos (esto  último sí que es de ser valiente). El pelo crece solo. No hay que hacer nada. Ni regarlo ni ponerle música. Va solo. No tengáis miedo por semejante banalidad y cortaos las melenas y pintadlas de colorinchis. Dejaos del qué dirán.

Eso sí, creo que a mucha gente le vendría bien cortárselo a ver si se le airean las ideas que algunas mentes huelen a cerrado.

 

Imagen destacada: ‘V de Vendetta’ (Warner Bros. / Silver Pictures / DC Comics)