Antes de comenzar, este artículo no es ni un alegato a favor de María Gómez ni otro texto linchándola, dejo eso para aquellos que prefieren desviar la atención y cambiar de tema cuando hablamos de machismo.

María Gómez, una de las reporteras que está cubriendo el Mundial de fútbol en Rusia, ha decidido condenar el machismo en el sector deportivo. Todo comenzó hace unos días cuando publicó en su cuenta de Twitter un vídeo en el que entrevistaba a unos hinchas españoles. Tras preguntarle a uno de ellos sobre Luis Rubiales (el presidente de la Real Federación Española de Fútbol), éste le contestó “Eh, bueno, yo… ¿Cómo te llamas, guapa?”. María, indignada, le respondió que lo de guapa no hacía falta, “María. Periodista.”.

Por desgracia esto no es sólo un caso aislado, ya que la propia María publicaba otro tweet en el que se ve como un hombre le planta un beso en la cara mientras ella intenta trabajar cubriendo el último partido de España en el Mundial.

https://twitter.com/maria__gomez/status/1013106203310919680

En la era de los smartphones nada se olvida, así que poco tardaron en salir a la luz una serie de declaraciones de María sobre el atractivo de determinados futbolistas. En consecuencia, muchos medios la han tachado de hipócrita.

https://www.instagram.com/p/BkyQbZths6N/?hl=es&taken-by=maria.gomezg

Esta avalancha de tweets y titulares obligó a María a publicar una fotografía en Instagram defendiéndose de las críticas.

Después de dar un buen repaso a los tweets sobre el tema, me ha quedado claro que a esta gente se la suda si María llama pibones a los futbolistas de la selección de Marruecos. Lo que quieren es una excusa para criticar y sacar a la palestra la palabra “feminazi”.  Esos mismos que sueltan frasecitas rollo “cómo puedes pedir respeto si tu eres la primera en faltárselo a los jugadores”, te combinan después el machismo y el racismo en un mismo tweet llamándola “guarra folla moros” (transcripción literal que he leído en Twitter).

Te sueltan veinte tweets seguidos sobre el doble rasero de María y lo mal que está sexualizar a los futbolistas, pero ni uno sobre lo asqueroso que es besar a una periodista mientras hace su trabajo. Criticamos lo que queremos, eh… El tufillo machista se huele desde aquí.

Eso sí, no sólo se han criticado sus declaraciones “hipócritas” (por las que ha pedido perdón, todo sea dicho), sino que además se ha faltado a su inteligencia y su profesionalidad.

Que habrá hecho para estar en el Mundial.”

“Es sólo una tía buena. Por eso está donde está.”

“Es la nueva Sara Carbonero.”

“Tan feminista no será si deja que la sexualicen.”

¿Quiénes sois vosotros para decidir si es o no feminista? ¿Quién coño os creéis para cuestionar su inteligencia o sus conocimientos deportivos? Qué cómodo es criticar desde el sofá de casa…

Y como veis, lo han conseguido. Han desviado la atención del machismo en el mundo del deporte hacia las declaraciones poco acertadas de María Gómez.

¿Qué opináis al respecto?