Ya sabéis que nos encanta estar al día de todas las iniciativas que promuevan el empoderamiento corporal femenino y el amor propio. Después de tanto tiempo encorsetadas en un canon de belleza imposible, es una maravilla ver que cada vez más mujeres ponen su granito de arena para romper con estos estereotipos estéticos que nos oprimen y cosifican. El proyecto del que os vamos a hablar hoy viene de México y nos ha emocionado muchísimo porque pretende cuidar nuestra autoestima desde bien pequeñas.

Melinas son unas muñecas que se adaptan 100% a la diversidad corporal existente entre las mujeres de todo el mundo. Además de diferentes tipos de piel y distintos tamaños y formas corporales, estas muñecas se pueden tunear incluyendo elementos concretos como cicatrices, gafas e infinidad de elementos concretos porque son casi 100% personalizables.  Solo hay que leer su descripción para saber que son tan loversize que morimos de amor:

Las Melinas son muñecas de tela hechas a mano, personalizables al tipo de cuerpo, cabello, busto y tono de piel, que servirán para reafirmar el autoconcepto de las mujeres, centrándose en los principios del Body Positive y el Curvy Activismo, se reconoce la diversidad de cuerpos y promueve su aceptación independientemente de la talla, peso, edad, forma, color, etcétera, se fortalece la salud mental y física, para reforzar su autoestima y partiendo de ese punto, iniciar el recorrido de desarrollo humano que las lleve a lograr el empoderamiento como mujeres. Melinas, es una celebración de la belleza femenina en todas sus formas, son una manera de mirarnos con cariño y un poco de humor. De reconocer la belleza en nuestras diferencias y peculiaridades, en esas características únicas que nos hacen hermosas. (…) Melinas es el sueño de 2 mujeres emprendedoras, (madre e hija), quienes unieron sus talentos y vocación de servicio en este proyecto para contribuir al empoderamiento de las mujeres.

Si a esta bonita declaración de intenciones le sumamos un compromiso social fuerte, dirigido al empoderamiento femenino, el resultado es maravilloso. Tienen entre sus premisas la contratación de mujeres en situación de vulnerabilidad económica y social para la producción artesana de las muñecas y la destinación de un 10% de las ganancias a becas y talleres para seguir luchando contra la desigualdad en base al género.

(Youtube corto documental)

La historia es preciosa. Todo nació de una madre que quiso hacerle a sus hijas unas muñecas con las que pudieran sentirse representadas para cuidar su autoestima. Merry Ocampo Aguilar quiso demostrarle al mundo que el amor propio de las mujeres no debe depender de su talla y que todas somos reales.

Las niñas y los niños tienen que poder encontrar pluralidad que existe en la vida real en sus juegos. Tienen que poder sentirse representados en sus muñecos para no desarrollar esos modelos aspiracionales que tanto daño han hecho a nuestra sociedad. Por eso iniciativas de esta envergadura son tan bonitas como necesarias para romper con una dictadura corporal que sigue imperando, creando así nuevos imaginarios corporales, más sanos y plurales.