Toda esta historia tan dramática comenzó cuando mi prima se quedó embarazada. Siempre hemos sido muy cercanas así que me hizo una ilusión terrible, era como una sobrinita para mí a la que querer, mimar y malcriar.

Como mi prima siempre ha sido muy indecisa, no le pusieron nombre a la muñeca hasta que pasaron los 9 meses y salió de la madriguera. Supongo que quería verle la cara por si así le llegaba la inspiración divina. El caso es que en la salita del hospital, después de casi 24 horas sin dormir, va y suelta:

«Estoy intentando convencer a Manu, pero quiero llamar a la niña Vaiana».

Estaba bebiendo un café de máquina y os juro que del shock me atraganté. Un espectáculo. ¿Vaiana? ¿De verdad? Pero qué me estás container. Nena, que tu hija es más rubia y pálida que la leche, que si me dicen que es albina me lo creo. ¿Cómo le vas a poner Vaiana? Llámala Elsa que por lo menos da más el pego.

O yo que sé, tú imagínate el drama cuando abran un Starbucks en el pueblo y el camarero le ponga en el baso «BAYANA», porque no nos engañemos, ni Dios va a escribir bien el nombre de la chavala.

Os juro que a fan de Disney no me engaña nadie, pero hay unos límites que deberían estar estipulados en la Costitución Española y si no pues se llama a servicios sociales, porque torturar a tu hija llamándola Vaiana debería ser ilegal.

Todo esto me lo dije para mis adentros porque, pese a sus cosas, yo quiero a mi prima con locura igual que ella me quiere a mí, y querré a esa niña se llame Vaiana o Gregoria.

El problema es que se nos ha ido un poco la pinza con esto de los nombres y ya no queremos apostar al típico María, Lucía o Marta. Es como si hubiésemos pasado de un extremo a otro y para molar tuvieses que llamar a tu hija como cualquier personaje del elenco de Juego de Tronos. Real que he conocido a peña que en su vida ha visto la serie pero con sus santos ovarios ha puesto a su hija «Arya» o «Sansa». Nena, tú no estás bien.

Eso sí, por lo menos hemos superado la época en la que la mitad de las madres adolescentes del mundo llamaron a sus hijas «Hannah», con hache al principio y al final y dos enes. Total, poner un nombre inglés a tu hija en España no era suficientemente jodido, había que enrevesarlo un pelín más.

Tampoco hace falta cruzar el charco porque hay nombres typically spanish que se llevan la palma. HELENA. Sí, es un nombre precioso, pero has condenado a tu hija a decir durante toda su vida «Helena con hache» cada vez que tenga que dar sus datos.

De todos modos no sé por qué me quejo… Puedes poner el nombre más básico del mundo a tu hija que la gente encontrará una manera de arruinarle la existencia. Míranos a las Andreas, que en siglos y siglos no nos libramos de los «levanta la pata y mea». O las Carolinas y la puta canción de M-Clan. La gente es muy original.

¿A ti qué nombre de bebé te parece cutre a más no poder?

 

Anónimo