El otro día entré con una amiga a Bershka, y había dos chicas diciendo que su vida era un drama porque no les cabía nada de allí. Yo me giré e inevitablemente abrí mi bocaza y les dije: “pero ¿Qué drama?, si todo lo que hay aquí no vale un pimiento, no os estáis perdiendo nada”. Y las dos chicas me miraron como si fuera una puñetera loca. Razón no les faltaba, pero vaya que a mí tampoco con lo que les dije.

“Cuenta la leyenda que si dices tres veces delante de un espejo de Bershka que no te cabe nada, aparece una loca y te da croquetas

Hace unos veinte años era bastante difícil por no decir imposible encontrar ropa de tallas más allá de la 44 en ninguna tienda a precio normal y que encima fuera mona. Pero eso ha cambiado, ahora hay un montón de casas que hacen ropa de talla grande y además mona y  barata. Estamos en el puñetero paraíso de la ropa guay para gordas por si no os habíais dado cuenta.

Por este motivo y en este momento no entiendo en absoluto el drama que hay porque no te quepa la ropa de Inditex. Si Amancio ha enfocado su negocio a personas delgadas y le funciona bien, ¿Por qué debe cambiarlo? Si ya es millonario con lo que tiene. ¿Por qué debe hacer una línea de ropa de gordas? Si ya hay otros que la han hecho. Y a él no le da la puñetera gana, eso está claro.

Y ¿Por qué ese empeño de algunas de nosotras auto castigándonos porque no entramos en sus prendas? Como si él fuera Dios y dictara como debe de ser nuestro cuerpo. ¿Quién le ha dado ese poder? Nosotras. Porque es tan fácil como pasar de sus tiendas igual que él pasa de nosotras y listo. Se acabó el drama, chica.

Es como si yo hiciera un drama porque  el señor de Louboutin cobra sus zapatos a 1000 pavos  y no entran en mi presupuesto, y claro no me puedo comprar todos los que yo quiero, y el señor Louboutin es un  discriminador de mil euristas (que lo es), pero vaya, que es un drama absurdo. Pues el de Inditex igual. Ellos hacen lo que les place y nosotros decidimos seguir su juego o no.

Además  ¿Su ropa es tan maravillosa para que mujeres hagan dietas  para entrar en ella? Pero si es ropa barata, mal cosida, con un patrón estándar mal hecho, y que imita las propuestas de los grandes diseñadores descaradamente. A un precio a mi modo de ver nada barato para lo que ofrece. Y no hablemos de los zapatos que si te los quieres poner para hacer una penitencia porque has hecho una promesa y que te sangren los pies, son los más adecuados pero si no, morirás, querida. Eso está hecho de un material tan duro que yo creo que pensaron que nuestros pies son del hierro de las espadas de juego de tronos.  Si hasta las modelos que usa están deprimidas por ponerse sus trapos. Sólo hay que verlas, la alegría de la huerta son, una felicidad que transmiten.

Entonces ¿por qué sigue dictando el cuerpo que se lleva y lo que tenemos que ponernos?

Si para él no existimos, pues dejemos de intentar complacerle, por favor. Que le enriquezca su público, al que él se dedica, y listos.

Yo es que veo hasta ventajas de que no te quepa su ropa. Una por ejemplo es que no iras vestida a una fiesta o a un cumpleaños con el mismo vestido o pantalón que cinco más. Porque eso con Inditex siempre pasa.

Y si te gusta tanto su estilo es tan fácil como buscar la misma prenda en otra tienda. Si ahora todos imitan a los diseñadores también. De hecho puedo garantizar que cualquier prenda que encuentres en Zara, Bershka, Stradivarius… puedes encontrarla en otra tienda de talla grande y al mismo precio. Te aseguro que existen, lo he comprobado miles de veces ( vestidos de cuadros de vichy,  pantalones pitillo, vestidos largos de hippie, shorts,  americanas de pájaros, camisetas con mensajes divertidos…). Todas las fotos de ropa de este post que son su colección de  primavera verano se puede encontrar fácilmente en otras tiendas.

Por lo tanto ni entiendo la adoración que ha conseguido con sus prendas ni tampoco que haya que odiarle porque no haga prendas grandes. Es su elección de negocio. Elige tú a qué negocio quieres dar tu dinero también, a uno que te excluye o a uno que piensa en ti. Así de sencillo. Sin acritud.