Reconócelo: tú también eres un poquito hater. Todos tenemos ahí una vena tocapelotas y nos encanta usarla, aunque solo sea a ratitos.

Partiendo de la base de que en este país el deporte nacional es rajar, si a eso le sumas la facultad de que TODOS tendemos a opinar sobre medicina, política, derecho y temas similares como si sentaramos dogma: tenemos un ”rico rico” caldito de cultivo para los haters.

Hace unos días Mónica Naranjo emprendió una campaña que confieso me tiene fascinada

#ADOPTAUNHATER

Y como bien dicen algunos seguidores: Decidme que no sería maravilloso amanecer con un hatercillo debajo del árbol de Navidad por Reyes.

 Yo soy la primera que me encanta dar por saco a base de bien. Incluso hay días que me levanto enfadada con el mundo y pienso “voy a descargar mi ira” y os juro que a veces es hasta liberador. Mejor que el yoga.

Así que decidme… ¿qué clase de hater sois?

  • El cuqui: Es aquel que te suelta un ZASCA que ni te la ves venir y luego añade una coletilla del tipo “pero no te lo tomes a mal”, “sin ofender eh?” o “pero de buen rollo”. A ver, bonic@, si me vas a dar cera no me busques justificación, dámela, descarga tu ira y listo pero no me vendas la moto de que es con HAMOR, que no cuela.

  • El sabio: Insufribles hasta decir basta. Se trata de aquellos que vienen a dejarte sus conocimientos (de los que el 80% no tienen p. idea) pero consideran que porque han hablado con su vecina la Paqui que es prima del médico del hospital general y que a su vez tiene un cuñado abogado que conoce a Cospedal, SABEN MAZO DE TODO. Da igual que tu aportes datos, te hayas informado, hayas estudiado o no, ellos saben más que tu y tu eres una p. ignorante. #posmuchasgraciasmaj@
  • Los absurdos: Este tipo de hater es el mejor, para mí los mas divertidos. Vienen, sueltan su zasca y se piran haciendo la croqueta por todo lo alto. Es como si yo me acerco a una sucursal bancaria, hago la cola del infierno y cuando me toca le digo: La lluvia en Sevilla es una maravilla. Que te quedas pensando “pero en serio… o estoy yo locadelcoñer o aquí la gente toma cositas caducadas”

  • Los cuñados: Te meten el puñal pero dando consejo. Son aquel limbo que existe entre los sabios y los cuquis. Es como un “si” pero “no”. Pongo un ejemplo: Yo creo que deberías adelgazar aunque eres monísima porque tu salud estará mejor…. Punto 1: Espera que saco mi libreta para apuntar cosas que me importan una mierda. Punto 2: Te he preguntado tu opinión? Punto 3: Que sabes tu de mi salud?
  • Los amargados/jelipollers: Este tipo de gente no sabría decir si son haters o personas llenas de problemas “muturbios” que sólo los puede solucionar un profesional. Y por desgracia de este género está plagada la red. Son aquellos que ante la noticia (me lo estoy inventado) de que un famoso saca un libro le comentan “que sabrás tú, p. retrasado”.

Ante este tipo de cuestiones muchos hater hacen la técnica ancestral de la tortuga, que solíamos hacer en el colegio: agacharnos en la silla y mirar hacia el suelo como si la cosa no fuera con nosotros. Aunque cuidadito, que también los hay bravos que aun encima tienen más que decirte. Y es que como bien dice mi abuela “no hay nada peor que un tonto con malicia”

NOTA FINAL: Este artículo está compuesto 50% de mala baba y pitorreo. Porfavor, quédate con el pitorreo, por salud.

NO PODEMOS GUSTAR A TODO EL MUNDO, NO SOMOS BOTES DE NOCILLA.