LO ÚLTIMO EN TECNOLOGÍA: “HIJOPUTISMO PROGRAMADO”

Es una pasada lo que avanza la tecnología. Lo último es el hijoputismo programado. Una movida que le insertan ahora a los electrodomésticos para que te lo jodan todo. Ya empezaron a probarlo con la inducción que, comparada con la vitro, iba a toda hostia y lo quemaba todo. Destrozó un montón de cocidos españoles. Descansen en paz… 

Pero la gente le empezó a coger el truco y dejó de funcionarles por lo que han ido mejorándolo y ahora nos implantan la última generación de hijoputismo, el hijoputismo 2.0. Mucho más eficaz ¡dónde va a parar! Porque esta nueva generación de electrodomésticos con hijoputismo 2.0 son impredecibles, no se rigen a una norma, te sorprenden cada día, son una maravilla de la tecnología. 

Yo ya lo estoy disfrutando en la lavadora, la plancha y la secadora. 

La lavadora trae hijoputismo tipo “camaleón”. Te esconde justo el calcetín que destiñe para así unificar la siguiente colada al color del mismo y que nunca vayas mal conjuntada. Todo el armario del mismo color es apuesta segura. Además, tiene sensores que detectan si has metido tu camiseta preferida para así intensificar el destiñe. Gracias Balay.

La plancha viene con hijoputismo tipo “party off”. Parece una plancha normal. Alisa camisetas, sábanas, pantalones, incluso trapos de cocina si te da por ahí. Y te confías… Hasta que un día quieres planchar ese fular para una boda, ese vestido para una fiesta, ese picardías para una noche de lujuria y pasión… Ese día se le activa el mecanismo de hijoputismo y te lo quema. Pero no en cualquier sitio… no… el fular te lo quema en todo el medio, el vestido en toda la pechera y el picardías en todo el chumino. Parece ser que también llevan GPS.

Pero sin duda con la que más contenta estoy es con la secadora. Con esta lo han bordado. La compré con hijoputismo tipo “adolescencia on”. Da igual cómo de larga te compres la camiseta que ella te la deja en modo Bershka. Es un subidón comprarte una blusa que te queda a medio culo y después de sacarla de la secadora comprobar que has crecido un palmo. Las mangas largas pasan a ser manga 3/4 para así no meterlas en la sopa. Las aberturas laterales tan monas ahora te dejan toda la lorza al aire para poder acceder mucho más fácil a los bolsillos del pantalón. Las estampaciones son ahora de quita y pon. O mejor aún… de “quita de una camiseta” y “pon en unas bragas”. ¡Recoger la colada es siempre una sorpresa con estas secadoras! Pero como os decía, con esta se han superado, han ido un paso más allá… Me atrevería a decir incluso que están probando el hijoputismo 3.0. Porque a sabiendas de que me encogerán la ropa, he llegado a comprar una talla más y… ¡ESA NO LA ENCOGEN! No me digáis que eso no es innovación… 

¡No lo dudéis y pasaros a la nueva generación de hijoputismo programado! 

Lo podéis encontrar también en planchas de pelo con las que no consigues dejar las puntas rectas tipo Cleopatra pero que el flequillo te lo dejan más tieso que el de un espantapájaros. Grifos de ducha que solo tienen temperatura gélida o punto de ebullición. O aspiradoras que no chupan las pelusas del rincón pero que, si pillan un palo de ChupaChups escondido debajo del sofá, lo atrapan y hacen tal barrera interna que ni una familia de nutrias.

 

Marta Toledo