Si has crecido a finales de los ochenta y principios de los noventa doy casi por hecho que has visto en algún momento de tu vida la película ‘Los Goonies’. Es más, calculo que deberías haberla visto entre dos y quince veces, aproximadamente.

Si, por alguna anomalía cósmica extraña, porque te has criado en una cueva de la que acabas de salir, o por lo que sea, no lo has hecho, te recomiendo que lo hagas a la mayor brevedad posible y que te encargues de que todos y cada uno de tus seres queridos la vean también.

Y es que ‘Los Goonies’ es la película que todo niño debe ver (y repetir de mayor).

¿Por qué? He aquí mi lista con los motivos principales:

  • Porque sale Josh Brolin. Mi primer amor. El mío y el de millones de mujeres y hombres de todo el planeta. Ay, mi Josh.

 

  • Por sus chistacos para adultos. **Alerta Spoiler** (es chiquitín, pero si no la has visto y no quieres que te desvelen ni el más mínimo detalle, pasa al siguiente punto). En los primeros minutos a los protagonistas se les cae una figura de El David de Miguel Angel a la que solo se le rompen los genitales y el personaje que encarna Sean Astin exclama: ‘¡Maldita sea, esta es la parte que más le gusta a mi madre!’ Es más básico que una camiseta de algodón blanca, pero yo me meo toda.

 

  • Porque esos chavalines se juegan el cuello en una aventura llena de peligros con el único propósito de salvar sus hogares, que van a ser derribados para plantar en su lugar un campo de golf. No quieren el tesoro para comprarse una Nintendo, no, lo único que quieren es seguir viviendo en su humilde y bonito barrio.

  • Porque hay persecuciones, delincuentes sin escrúpulos, mapas del tesoro, piratas, peligros de todo tipo, aventura, risas y hasta besos. Y Josh Brolin.

 

  • Porque una de las chicas es la clásica jefa de las animadoras de las pelis estadounidenses, pero esta, además de mona, es simpática, agradable, inteligente ¡y buena persona!

 

  • Porque, aunque este filme de Steven Spielberg se estrenó hace treinta y cinco años, la ves y no echas de menos ninguna técnica de efectos especiales actual. Tiene una belleza natural que no necesita de más artificios (como Josh Brolin, qué cosas).

  • Porque a pesar de contar con un buen número de personajes estereotipados (el friki, el gordo, el asmático, la antedicha animadora, la amiga poco agraciada, el bocazas maleducado, el deportista guapete, el chico con deformidad física…) la historia no incide en el estereotipo en sí. Si en algún caso lo hace, no resulta ofensivo, sino que es tratado de un modo que, en realidad, ayuda a empatizar con los personajes.
  • Porque es un clásico atemporal y película familiar de culto. Eso es así y ya no va a cambiar.

  • Porque es una aventura épica para todos los públicos, todos. Gusta a niños pequeños, niños mayores y a adultos. Tal vez a algunos adolescentes no, pero es que los adolescentes son un público muy difícil de complacer.

 

  • ¿He dicho ya que fue el debut de Josh Brolin? Pues eso, por cada segundo de los planos y secuencias en los que sale Josh Brolin.

No me digas que no te han entrado ganas de verla, ¿eh? Ya sea por primera o enésima vez.

Pues no te entretengo más, ¡hazte unas palomitas y disfrútala!