Yo no pude esperarme a Halloween, pero si estás buscando un plan palomitero para celebrar la noche de muertos ‘Marianne’ es la mejor opción que puedes encontrar (en Netflix, bien facilito todo).

  • Una de las cosas más chachis de esta serie de Netflix es que está llena de referencias al cine de terror, desde lo más clásico tipo Stephen King (que hasta la recomendó en Twitter), a cositas más actuales rollo M. Night Shyamalan (ding dong, perdón), pasando por escenas que recuerdan a películas más indies. Si eres amante del género seguro que disfrutas muchísimo comentando cada capítulo con tus acompañantes.
«Si eres uno de esos psycos -como yo- a los que le gusta asustarse, Marianne es perfecta. Hay pequeños guiños de humor que le dan cierta vibra de Stranger Things. También tiene -y lo digo con toda modestia- algo del estilo de Stephen King».
  • El terror francés casi siempre funciona. Y es que, aunque esta serie no sea especialmente extrema ni gore, tiene un algo especial. No tengo muy claro si es la estética (cuidadísima) o qué, pero vaya maravilla. 
  • Los personajes están muy bien hilados y, aunque a ratos te caigan regular (sobre todo la protagonista), según va avanzando la trama logras entender todas sus dobleces.

  • La señora Daugeron es lo más. Sin este personaje la serie no molaría ni la mitad, pero tampoco os quiero decir más para no spoilear demasiado.
  • Está llena de miedos infantiles que se convierten en realidad… ¿os imagináis que todas vuestras pesadillas de la infancia empiezan a ocurrir de verdad? Yo me cago solo de pensar en un cangrejo gigante persiguiéndome (sí, esta era mi pesadilla más recurrente, hay que quererme así).
  • Pero también hay brujas, magia negra, paganismos y un apacible pueblo donde la gente se comporta de una manera un poquito extraña (y que, como con los personajes, según avance la historia sabrás por qué).
  • Está dividida en 8 capítulos con una duración de 45 minutos cada uno (más o menos). Así que es ideal tanto para un maratón de fin de semana, como para quien la prefiera ver poco a poco.
  • Además crea una atmósfera bastante asfixiante, pero con algún coletazo cómico e incluso con momentos que recuerdan al cine de aventuras. Esta mezcla de elementos consiguen que sea bastante fácil de ver hasta para personas que no estén muy acostumbradas al terror. Da miedo, pero también te da respiros.
  • Tiene imágenes subliminales que dan mucho repeluco. Duran un microsegundo y con la primera puedes creer que es un fallo del internec… pero no amichi, no.

Y no os cuento más, que no quiero desvelar nada de la trama que en este tipo de contenidos audiovisuales lo mejor es ir de nuevas. Eso sí, recomendada 100%. Marianne no defrauda. Ya nos contaréis que os ha parecido.