Elegir el nombre de tu hijo no es tarea fácil. Se le llamará por él de por vida y a veces un nombre mal elegido puede marcarle para siempre. Algunos papás huyen de nombres clásico y prefieren nombres más originales y menos escuchados. Sin embargo, otros optan por todo lo contrario, eligen un nombre común para su hijo. Lo que está claro es que debes elegir el nombre que más te guste y no dejarte llevar por opiniones. Puede pasar que hayas tomado una decisión apresurada o te hayas dejado llevar por la presión de los otros, y el día de mañana te arrepientas del nombre que le pusiste a tu hijo.

Eso fue lo que me pasó a mí. En mi lista había un montón de nombres, la mayoría de ellos poco comunes, y finalmente por la presión de mi pareja y de mi familia acabé poniendo a mi hijo un nombre de lo más normal. “No le pongas un nombre raro que luego los niños se van a reír de él, la gente es muy cruel”, me decía mi madre. “Mejor le ponemos un nombre usual, si luego le llamarán por el apellido o los amigos le pondrán un mote”, me decía mi marido.

Ahora mi hijo tiene un nombre corriente, el mismo nombre que otros medio millón de españoles. El problema es que le miro a la cara y no le pega nada llamarse así.

Para consolarme pienso en personas que seguramente también se arrepienten de haber llamado de una determinada forma a sus hijos. La típica pareja que le puso al bebé el nombre del papá se separó de una manera no precisamente amistosa, y ahora el pequeño llevará el nombre del ex, para siempre. O que le pusieron el nombre de un familiar y ahora a penas tienen trato. Las relaciones personales van cambiando, y poner a nuestro hijo el nombre de un amigo o familiar, lo que en un principio nos pareció una buena idea, puede ser motivo de disgusto después, cuando los lazos con esa persona hayan desaparecido.

O los entusiastas del cine o la televisión y les pusieron a sus peques nombres de personajes. En España hay un buen montón de Luke y Leia hijos de padres entusiastas de Star Wars. El Señor de los anillos también marcó una época y algunas niñas fueron bautizadas con el nombre de Arwen. Y cuantas habrán nacido sin saber sus progenitores cómo acabaría aquel personaje de Juego de Tronos. Muchos se arrepienten después de llamar a sus hijos como personajes cinematográficos porque después de algunos años nadie se acuerda de esa peli o de esa serie que en un tiempo pasado fue todo un éxito.

 

¿Y Elsa? ¿Cuántas niñas habrá con ese nombre porque su hermana mayor era fan absoluta de la película de Frozen? Disney sin duda ha creado modas. Ariel o Erik por la película de La Sirenita, Aurora como La Bella Durmiente, o Yasmín como la princesa de Aladdin, son algunos de los nombres elegidos por los papás fans de Disney.

La música también influye a la hora de elegir un nombre para tu peque. En 2001 llegó a nuestro país Operación Triunfo y a los papás les pareció una super idea poner a sus hijas Chenoa. Y lo mismo pasó con las Shakiras y las Rihanas. Lo siento, pero me niego a pensar que los papás que llamaron así a sus nenas ahora mismo no estén arrepentidos de su decisión.

Ojo también con ponerles nombres de canciones, que las Noelias están hartas de que les canten la dichosa cancioncita de Nino Bravo. Y los Alejandros la de Lady Gaga.

Sé que este tema va a traer cola, y muchos de los que habéis puesto a vuestra hija Deanerys, Sansa o Arya os ofenderéis y me diréis que estáis súper orgullosos del nombre que le habéis puesto a vuestros vástagos. Que estáis muy felices de haber elegido para vuestro hijo un nombre gaélico, aunque sois de Albacete. Pues os felicito por vuestra decisión tomada con valentía y por no haberos dejado llevar por las opiniones.

Pero yo, que fui débil y me dejé asesorar por mis familiares, me arrepiento del nombre de mi hijo.