Siempre me han flipado las películas tristes, desde que tengo uso de razón, el drama duro, el llanto por el llanto, la esencia de la desgracia durante muchos minutos, el disfrute del sufrimiento. Estoy enferma, lo sé. Supongo que siempre me han flipado tanto porque empatice con la historia o no yo acaba llorando a moco tendido, aunque el momento triste se haya pasado, porque una es bien dramática y le encanta sentir.

Recuerdo cuando vi Up por primera vez, sin intención de hacer ningún tipo de spoiler, diré que de la película merecen la pena los primeros 20 minutos, porque cuentan la historia de amor de un señor y una señora que te parte el corazón en dos. ¿El resto de la película? Un zurullo grande. Al menos a mi parecer. Pues bien, yo rompí a llorar en esos 20 minutos y seguí llorando durante los siguientes 106 que duraba porque sí, aunque la película hubiera cambiado de temática, yo seguía sollozando por aquellos dos abuelitos tan adorables.

Supongo que no estaba llorando por mis cosas o sí, el menos no lo hacía conscientemente, lloraba porque la pena me inundaba fuerte. ¿Lloras con una película de dibujos? Buah, con las que más lloro son con las de dibujos. No me preguntéis por qué, pero es que me dan la vida. A día de hoy, cuando veo Vaiana (ya me la sé de memoria) llega un punto en el que siempre lloro. Se la puse el domingo pasado una amiga y me puse a llorar antes de que llegase la escena trágica solo porque ya sabía lo que venía. Claro ella no entendía por qué lloraba yo, yo tampoco lo entendía de hecho, pero bueno, hay que quererme con mis taritas.

También tengo el recuerdo súper vívido de cuando vi la película de Camino, película que va sobre la enfermedad de una niña que ha nacido en una familia del Opus Dei, no recuerdo haber llorado tanto en mi santa vida. Lloré tanto nivel: mi madre vino al salón y me dijo ‘o paras de llorar o te quito la película’. Es que no me cae la lágrima no, sollozo, se me caen los mocos, emito llantos, se me entrecorta la respiración. Sufro. Y lo peor de todo es que me encanta.

¿Y cuando vi Los miserables en el cine? Empecé a llorar con la escena potente de la Anne Hathaway y no paré hasta el maldito final. Me sé las canciones de memoria, he visto el musical y me he leído el libro dos veces, pero y qué. Yo lloré como una cosaca porque qué maldita puta preciosidad de película. A modo de anécdota diré que la vi en los cine Princesa y en la misma sala que yo entró la princesa. Cuando Leti era princesa, claro. O sea que sí, podéis venerarme porque estuve en la misma habitación que la reina durante ciento sesenta minutos. Ciento sesenta minutos de llanto y mocos, yo siempre he sido de mostrarle a la realeza mi yo más puro.

Ahora en serio, muchas veces me da por reflexionar el por qué lloro tanto con las películas, por qué me dejo llevar por la tristeza con tanta facilidad cuando luego en mi día a día no lloro jamás. Es extraño, lo digo en serio, solamente lloro cuando veo películas y a la más mínima. No necesito un gran drama para embargarme de pena, con un poquito de sensibilidad yo me rompo en seguida y luego en mi vida diaria no me verás soltar lágrimas.

De hecho en clases de arte dramático siempre me han dicho que no entienden cómo no lloro. Que sí, que lloro, pero sin lágrimas. Soy incapaz de echar agüita por estos dos ojos míos, estoy súper metida en la emoción, estoy llena de pena, exteriorizo los llantos y me duele el corazón, pero de lágrimas ni rastro. Debería ir al psicólogo, es un maldito hecho.

¿A vosotras también os pasa? ¿Lloráis con casi cualquier película por mínimo que sea el drama o no sois de llanto fácil? A mí es que me da lo mismo ocho que ochenta, lloro estando sola en casa y lloro en medio del cine sin cortarme un pelo, yo si siento, siento. Me pregunto muchas veces por qué y la verdad es que nunca saco nada en claro, así que si cualquiera puede iluminarme: bienvenida sea.

Pd: ved todas las películas de las que hablo en el post, que son lo mejor de la vida.