Lo de la imagen de peli de ‘chico que va a comprar lencería a su novia/mujer/whatever’, es algo hecho para las mujeres que tienen la suerte de comprar los sujetadores en Oysho, sin tener que preocuparse por la copa y el contorno. No recuerdo ningún novio comprándome lencería. Yo creo que a la que me ven el sujetador ‘3 hook’, se hacen caca.
Ilusión me haría, pero seamos realistas, ¿véis capaz a vuestro chico de ir a una tienda o comprar por internet lencería de vuestra talla? La respuesta es clara, un NO rotundo. Porque ni tú te aclaras con las tallas y conoces tu cuerpo milímetro a milímetro. Pues se acabó, he decidido que todas nos merecemos que nos regalen ropa interior, y para ello he creado la ‘lista de cosas que los hombres tienen que saber si quieren regalar lencería a chicas plus size’. Vamos allá, amichis con pinga.
– Estudio: abre el cajón de las bragas. Está permitido. Observa con detenimiento cómo son las bragas de tu chica. Tangas, culottes, shorts, bragas de vieja… Ahora suma, y de lo que más tenga es lo que más se pone (también podéis hacer esto sin tener que mirar el cajón, pero POR LO GENERAL (ojo no digo todos) no os detenéis demasiado en ver lo que llevamos y pasáis directos a arrancar, por lo que no sabéis si llevamos tanga o una hoja de parra).
– Anota: quédate con la talla española, inglesa, francesa y de Tombuctú. POR FAVOR, no hagas caso a las bragas del fondo del cajón, esas son las que tenemos de cuando pesábamos 10 kilos menos o que compramos pensando que nos quedarían bien y parecemos un redondo de ternera.
– Máster bra: aquí viene lo difícil amigos. Cómo saber la talla de sujetador de una mujer. A nosotras nos cuesta unos 25 años de vida lo de saber cuál es nuestra talla correcta. Hasta entonces, usamos sujetadores random que nos hacen unas tetas terribles y que atentan contra nuestra salud. Si sabes que tu chica lleva sujetadores de los buenos, estás de enhorabuena, apunta la talla que aparece en la etiqueta justo al lado de los corchetes (reza porque no esté borrada y porque tenga más de dos sujetadores). OJO: la talla se compone de un número y una/dos letras (Ej: 100D/90JJ), el número marca el contorno y la letra la copa de la teti. Vuelve a hacer lo mismo que con las bragas, anota todas las tallas de todos los países que veas, así vas sobre seguro. 
Si tu chica lleva sujetadores chungos, estás perdido, opta por un camisoncito y unas bragas, o invítale a comprar lencería en una tienda en la que le hagan un fitting, asi ella sabrá qué talla es la que le toca y tú quedarás de jefazo (además de saber ya la maldita talla).
– Color: fíjate en los colores que se pone cuando os vais de cenita romántica o cuando sale con sus amigas. Si se pone esas braguitas rojas cuando sabe que toca tema, apuesta por el rojo. Si siempre va de negro, apuesta por el negro o un color púrpura para que salga de la monotonía. Si es una chica de colores pastel, compra colores que te recuerden a pasteles o caramelos.
– Tallas: si te haces la picha un lío y lo de abrir el cajón de las bragas te pone nervioso, siempre puedes mirar su ropa y apuntar la talla de pantalón, de vestido, de falda y de camisa. Si llegas a la tienda diciendo ‘tiene una 48 de pantalón y una 44 de camisa’, sabrán que tu chica es más caderona/culona y más pequeña de arriba.
– Estilo/Comodidad: POR FAVOR IMPORTANTÍSIMO. Osea que me parece genial que a ti te guste que tu chica se disfrace de gatita sexy, pero centrémonos, es un regalo PARA ELLA (cuando sea tu cumple le regalas algo que te mole A TI). Así que fíjate en cómo va vestida, en las cosas que le gustan. Ejemplo básico: si le gusta Mad Men y todo lo vintage, apuesta por ligueros y conjuntos que te recuerden a señora antigua. 
El tema comodidad, si tú ves el conjunto y ya lo ves chungo, incómodo, como de baratillo, NO LO COMPRES. Es importantísimo que se sienta cómoda y sexy, si va a tener que ponerse una cosa rara y no está acostumbrada a ponerse según qué tipo de lencería, te lo va a tirar a la cabeza y con toda la razón del mundo. Siempre tienes que pensar en ella y en su comodidad, en lo que hacéis en la cama y en cómo ella se verá mejor.
¡Espero que os sirva amiguitos!
