Si hay algo que odio de las navidades son las cenas familiares.

Da igual que tu tío segundo no te haya llamado en lo que llevamos de año o que no te sepas cuántos hijos tiene ya tu prima Paqui, aquí se cena todos juntos  como una buena familia cristiana y se interpreta el papel a la perfección.

Y eso sin hablar de que nada más entrar por la puerta (a parte de los interrogatorios de tu madre sobre tu dudosa alimentación) comienzan los juicios de valor sobre tu cuerpo. Es que no te da tiempo ni de dejar el bolso en el sofá cuando ya te están haciendo un escaneo tan profundo que ya quisieran los del control de seguridad del aeropuerto. Así que desde aquí les digo a los de AENA que contraten a mi tía abuela Alfonsi, que os juro que estáis perdiendo dinero.

Porque sí, en Navidades las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene una.

– Ay mi amor, pero mírate, cómo has crecido. ¿Estás más gordita, no? Pero estás muy guapa hija, eso sí, ya no engordes más que estás perfecta así.

Pero vamos a ver señora ¿vivo yo en una cueva? ¿En mitad del bosque con los monos? ¿No seré yo el nuevo George de la Jungla? ¿No, verdad? Pues entonces NO necesito que vengas a decir que he engordado porque: ¡sorpresa! Ya lo sé.

Me conozco lo suficiente como para saber cuando engordo, adelgazo o me sale un grano en el culo, gracias. No necesito que vengas – y menos delante de toda la familia – a hacer comentarios sobre mi cuerpo. Sobre todo por el simple hecho de que no te he pedido tu opinión.

Así que desde aquí hago un llamamiento mundial a pararnos y pensar si realmente nuestro comentario va a servirle de algo al mundo. Si vamos a convertir lo que debería ser una fiesta de celebración y amor en un escarmiento y lapidamiento público. Stop a preguntar si ya tenemos novio, a avisarnos de que se nos pasa el arroz, la quinoa o la paella. Dejémonos de tantos juicios físicos y dediquémonos a comer polvorones, que es lo que verdaderamente importa.

Así que amigos, familiares, señoras y señores del pueblo que sólo vemos dos veces al año: coged vuestra opinión sobre mi cuerpo, envolvedla en un langostino y metedla por donde amargan los pepinos.

cuerpo
Cómo te sientes cuando mandas a tomar por culo

Gracias :)

@Pau_aranda21