Antes de nada: sí, soy viguesa y sí, estoy haciendo un ejercicio de chovinismo brutal nivel Abel Caballero (¡je!). Las novelas de las que os voy a hablar a continuación son la mar de entretenidas, pero es que además todas transcurren cerca de mi casa y eso me hace muy feliz. Y como estamos en un momento en el que nos hacen falta historias para evadirnos un poco, pues aquí tenéis una pequeña selección de novela negra viguesa:

La playa de los ahogados de Domingo Villar (Siruela, 2009). El clasicazo. Esta novela lo petó tanto que hasta fue llevaba al cine en 2015. Capítulos cortos, lectura ágil y trama trepidante en un escenario que un tanto misterioso para quienes no lo conocen: el mar, casi como herramienta de trabajo.

Cuando aparece un cadáver de un marinero en la costa, suele ser por un accidente laboral (desgraciadamente ocurre más de lo que nos gustaría); el problema es cuando este cadáver aparece maniatado con bridas. La investigación del inspector Leo Caldas empieza en una playa de Nigrán y, además de hacer un recorrido por toda la costa de Vigo y alrededores, supone una pequeña radiografía de esa sociedad gallega tan ligada al mar.

Infamia de Ledicia Costas (Ediciones Destino, 2019). Creo que toda persona nacida en Galicia y amante declarada de la literatura, debe haber leído ya esta historia. Se trata de una novela perfecta para devorar en un fin de semana y que encima te deja con ganas de más, porque  lo más importante son los personajes y las oscuras relaciones que existen entre ellos.

Una profesora de derecho pena se muda a un pequeño pueblo huyendo de su realidad. Lo que pensaba iba a ser una plácida vida rural, se convierte en un secreto bajo la niebla. Un secreto que no se debe remover. Un ejemplo de como el poder lo silencia todo.

La voz rota de Alicia Borrás (Editorial Elvira, 2017). Es otra de esas novelas que te hacen la vida fácil y con las que el tiempo pasa volando. Transcurre entre Vigo y Santiago de Compostela y, cosa curiosa, se centra en el desconocido mundillo de los actores y actrices de doblaje. Todo empieza en un aparcamiento en el que aparece el cadáver de una mujer. Dicen que un asesino en serie siempre tiene una firma, TAKE 1. Seguro que solo con esto ya necesitas saber más. Es así como se va planteando un puzzle con piezas llenas de misterio y que hay que componer contrarreloj porque la novela es rápida e intensa.

Los hijos del fuego de Pedro Feijoo (Ediciones B, 2017). La fiesta de la Reconquista es un día muy importante en Vigo, cada 28 de marzo se celebra la expulsión de los franceses en el año 1809. El casco vello se llena de gente disfrazada de esa época, se bebe mucha cerveza y se comen choripanes a lo loco. Un contexto ideal para asesinar al alcalde y pasar desapercibido. Ya tenemos novela… una novela que además tiene unos toques de humor que demuestran que la retranca gallega es algo real (y con mucho valor).

 Sete caveiras de Elena Gallego Cid (Xerais, 2014). Esta no está traducida al castellano. Pero vamos, que si alguien tiene voluntad y ganas de conocer un poquito de un idioma tan bonito como el gallego, no es nada complicada de leer. Se supone que es literatura juvenil, pero de verdad que es tan divertida que a mi que me quiten lo bailao (y sí, la cubierta es muy molona porque los Playmobiles tienen un papel fundamental en esta historia). El Vigo del que habla esta novela es el de los ochenta, el de Golpes Bajos, Siniestro Total, la movida y las drogas, que siempre es un must.