Sí, ya sabemos que a Telecinco le gusta mucho un salseo y que tienen el poder de la «salvamización» de todo lo que tocan. Pero lo de hoy en Cámbiame nos ha dado vergüencita extrema y no por el espectáculo que han dado los coach entre ellos (el drama, las lágrimas, el somos una familia y todo eso), no. A eso ya estamos acostumbradas y, aunque nos puede hacer más o menos gracia la deriva, es parte del tono del programa y de la supuesta telerrealidad característica del canal. Lo que hoy nos ha dado vergüenza (y nos ha enfadado mucho bastante) ha sido el tweet de Pelayo y la justificación del mismo.
Os ponemos en antecedentes: Natalia, Pelayo y Cristina se batieron a duelo de cambios y a través de la página de Telecinco la gente tenía que votar el look que más les gustaba. Lo hicieron dos veces: una con chicas anónimas y otra con extriunfitas. En el primer challenge ganó Natalia, ante la atónita mirada de su compañero que se creía ganador (con un 53% de los votos) y en el segundo ganó Pelayo (con un 46%). Hasta aquí bien, el problema viene cuando el ego masculino machacado se refleja en esta maravilla de tweet que evidentemente desató la polémica en las redes sociales y que el programa ha decidido rescatar hoy:
Vamos: la culpa es de la chica a la que cambió, por no ser tan guapa ni tan delgada como las demás. Pelayo intenta explicarse y su justificación se centra en que no había igualdad de condiciones físicas porque la chica que él tuvo que cambiar era curvy (siendo curvy el eufemismo que utilizan constantemente en el programa para referirse a chicas que suben de la talla 40) y las otras dos delgadas. Sí queridas, IGUALDAD DE CONDICIONES. Hay que tener mal perder y poca vergüenza para decir semejante cosa desde un programa que predica con la diversidad y el amor propio. Luego ya estalla la tensión de si tú le diste like a un tweet que blablabla y ñiñiñi entre Natalia y Cristina, pero lo que nos interesa es: LA PELAYADA.
Natalia intenta arreglar el tema diciendo que ella no creía que fuera a ganar porque, que su cambio tuviera «buen tipo», podía ser un handicap y que «ser curvy» podía ser el valor del cambio de Pelayo y que no supo aprovecharlo. Tócate un pie, ahora un cambio de look se mide según los kilos de cada mujer. Todo chachi. Y continúa el coach: «No creo que la gente valorara lo que era vestir a Sara y lo que era vestir a Isa (…) porque si de verdad creéis que es lo mismo crear una tendencia en ESE CUERPO (…)» y errequerre con el tema de la igualdad de condiciones, con que tenía que haber tenido puntos extra porque la chica no era delgada y con el falso discurso de que la gente compra revistas con cuerpos delgados en las portadas porque es lo que gusta, no porque sea una imposición social que la mujer tenga que tener un físico determinado. Todo chachi piruli.
Que sí Pelayo, que ya sabemos que encontrar tallas grandes es más complicado pero, como el buen profesional que eres, no puedes decirlo de esa manera en un programa que ven miles de personas, porque parece que estás diferenciando entre cuerpos válidos y cuerpos no válidos. Nos da mucha pena porque podrías ser un altavoz para cambiar esa industria de la moda que tanto criticas (aparentemente), pero has preferido no revisarte y soltar lo primero que se te ha pasado por la cabeza. Por lo menos te has disculpado públicamente y esperamos que esto te sirva para replantearte tu discurso. Y te vamos a decir otra cosa: la gente valora un look por lo que hace brillar a una persona, al margen del cuerpo que se tenga.