La crisis económica ha hecho mella en muchos españoles, desde Carmen Lomana sumergida en la working class de Podemos hasta yo misma cortándome las puntas en el baño y llenando todo de pelos que sin saber cómo llegan hasta la cocina. Que bueno, si soy sincera lo mío tampoco es pobreza al 100%, digamos que es más bien un 50% de pobreza y un 50% de noquieropagarleunpastónalapeluqueraparaquehagaloquelesalgadelpotorríncadamesymedio. Por eso yo, que soy una persona de recursos, me corto el pelo y me tiño en casa porque es más barato, y porque así si me sale mal pues me cabreo conmigo misma y lo soluciono con un poco de chocolate con almendras enteras, pero no termino con ganas de estrangular a la peluquera que entendió que «pelirrojo clarito, así más bien doradito con un toque cobrizo» era un naranja butano.

Así que, después de toda esta parrafada loca, me llena de alegría y satisfacción presentaros mi primer post sobre teñirse en casa, en el que os voy a contar algunas cositas básicas que he ido aprendiendo con el paso del tiempo y que tendréis que tener bien claras antes de haceros nada en el pelo.

Altura

Lo primero que tenemos que tener en cuenta si hemos decidido dar el paso y teñirnos es saber exactamente cuál es la altura de nuestro pelo. ¿Y a qué me refiero con esto? Pues os explico, en cuestiones de colorimetría capilar podemos establecer diez colores entre los cuales estará nuestra base, que son:

1. Negro
2. Castaño muy oscuro
3. Castaño oscuro
4. Castaño medio
5. Castaño claro
6. Rubio oscuro
7. Rubio medio
8. Rubio claro
9. Rubio muy claro
10. Rubio platino

colores

 

Reflejos

Los reflejos vienen a darle el matiz a la altura, pudiendo haber dos y siendo el último el más débil. Casi todos los tintes tienen reflejos, así como nuestros pelos vírgenes, y corresponden a esta tabla:

.0 Natural, sin ningún reflejo
.1 Ceniza
.2 Irisado
.3 Dorado
.4 Cobre
.5 Caoba
.6 Rojizo
.7 Marrón
.8 Perlado

Por ejemplo, un 8.3 sería un rubio claro dorado, mientras que un 8.34 tendría un toque cobrizo muy leve; podemos trabajar con los reflejos de manera que consigamos resultados muy naturales. Eso sí, algunas marcas como Igora no se rigen por esta tablan estándar (por ejemplo, en Igora el .7 es rojo), así que hay que estar atentas a las cartas de color por si las moscas.

reflejos tintes

 

Tintes

A la hora de teñirnos el pelo tenemos dos opciones: podemos comprar los del supermercado o comprar los profesionales. Los dos están bien, pero personalmente os voy a recomendar los profesionales por la variedad de tonos y por el precio. Os explico, tenemos por un lado los tintes de super, que a una media melena le harán falta dos cajas, y estaríamos yendo ya a los 15€ como poco con guantes, lo que es el tinte en sí y la «crema reveladora». Un tubo de tinte profesional cuesta unos 6€ y da para dos aplicaciones y  un bote de oxi (que es la crema reveladora) de los grandes que se puede guardar cerrado sin problema durante varios meses no sube de los 9€ y da para unas diez aplicaciones en una media melena, así que como veis compensa muchísimo irse al profesional. Lo mejor es contamos como marcas como Majirel (para mí la mejor en cuanto a tonos naturales que no dan nada el cante), Revlonissimo o Igora (que es famoso por sus colores potentes) que nos dan tonos que ni de coña veremos en supermercados y que además podemos combinar a nuestro gusto para conseguir colores bonitos no, preciosos.

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Matices

Ahora, entran en juego los matices y todas esas clases de plástica que nos daban un poco igual. Esto es muy importante porque imaginémonos que estamos ahí secándonos el pelo después de ponernos lo que se supone que es el tinte ideal y resulta que nos ha quedado un amarillo pollo, o un rojo demasiado fuerte. Antes de ponernos a llorar mientras buscamos el número de la peluquería más cercana para que nos arreglen lo que parece ser un desastre monumental, hay que pensar: ¿qué es lo que no me gusta del color? Y cuando tengamos claro qué es lo que nos parece horripilante, nos vamos a este circulito tan bonito y vemos cómo lo podemos arreglar.

El truco del almendruco es irse al color complementario para matizar. ¿Que nos ha quedado con un naranja muy muy bruto? Lo corregimos con matiz azul. ¿Un amarillo pollo de esos de choni decolorada? Nos ponemos un poco de matiz violeta y arreglado. Y ojo, cuando digo un poco es un poco, muuy poco, porque si nos pasamos al final tendremos el pelo violeta literalmente.

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Es muy importante que sepamos cuál es nuestra altura para poder hacernos a la idea de los pasos que tendremos que seguir para obtener uno u otro color. Según la cantidad de pigmento oscuro que tenga nuestro pelo nos costará más o menos teñirnos; por ejemplo, un pelo a la altura de un 4 pondrá más resistencia para admitir un tinte que un pelo a la altura de un 8. Es por eso que siempre se nos suele decir que lo mejor si queremos cambiar nuestro color de pelo es escoger un reflejo a la misma altura o bien variar sólo un tono, ya que sufre mucho menos y es facilísimo mantener el color sin que se estropee demasiado.

Pero, ¿qué pasa si no queremos pasar de un 4  a un 5 o viceversa y buscamos, por ejemplo, un 8? ¿Y si queremos el pelirrojo de Jessica Chastain? ¿O un rosa pastel de esos tan bonitos que llevan algunas chicas de Tumblr? Pues aquí se nos complica la cosa, pero tranquilas, que os voy a ayudar, así que tendréis que estar atentas las próximas semanas si queréis conseguir teñiros en casa sin quemaros el pelo.