Miranda Hobbes, a la que daba vida (¡y qué vida!) Cynthia Nixon en Sexo en Nueva York, es la más real de las cuatro amigas que popularizaron el brunch en los años 90 y nos hicieron soñar con recorrer Manhattan en taconazos.

Que sí, que Samantha Jones nos conquistó por romper un montón tabúes sexuales que sólo una SEÑORA como ella, «con 50 y fabulosa», podría haber hecho. A Charlotte York la querías porque a pesar de ser clasista y un poco estirada supo soltarse la melena y tener la valentía de ser la mujer que siempre había soñado, si ella quería dejar su trabajo para ser esposa y madre por decisión propia, ¿quién era nadie para impedírselo? Y Carrie Bradshaw … Bueno, pues nos la pusieron de prota y aunque ya os contamos anteriormente lo egocéntrica que resultó en muchas ocasiones, después de 6 temporadas acabas empatizando con ella o, al menos, con su armario. Pero Miranda, como diría mi abuela, es harina de otro costal. Puede que no fuese tu favorita al principio pero capítulo tras capítulo demuestra ser la más maravillosamente humana de todas.

Samantha y Miranda en Sexo en Nueva York

Trabaja muy duro por sus sueños

Es una abogada que ha tenido (y tiene) que dar codazos en un mundo lleno de hombres para poder destacar simple y llanamente cómo se merece. No le dan pereza las metas complicadas, todo lo contrario, se lo toma como un reto del que sabe que saldrá ganadora si se esfuerza lo suficiente.

De hecho Miranda es la que más se esfuerza por compaginar su vida personal y laboral. Le dedica mucho más de 40 horas semanales a su profesión, queda con sus amigas, saca tiempo para citas, para ir al gimnasio y hasta para reírse de la vida. Incluso cuando se queda embarazada de Steve, su ex, y deciden seguir adelante logra un equilibrio personal que ya nos gustaría a muchas. (Tener niñera ayuda, no seamos cínicas).

Posee el mejor humor de la serie

Miranda-valium

Se ríe de todo y de todos pero por encima de todo se ríe de ella misma. Miranda es tan sarcástica y tiene un sentido del humor tan irónico que muchas veces me he preguntado si el resto pillarían sus bromas de no estar en el guión (porque estoy convencida de que esas caras y esas expresiones tienen mucho de Nixon).

Hasta en situaciones difíciles utiliza el humor. Recuerdo el capítulo en el que sabe que está embarazada de su ex (dramón de los gordos en la serie), ha quedado con Carrie y para no variar la rubia llega corriendo y disculpándose por retrasarse. «Yo voy más atrasada que tú. Tres semanas más o menos. Estoy embarazada.»

A veces puede resultar hasta borde, por mucho que pusiese esa sonrisa de medio lado sabe tirarles las verdades a la cara a sus «besties» pero con mucha, mucha gracia.

Segura, segurísima de sí misma

Miranda asusta a muchos hombres a lo largo de las 6 temporadas. Es una mujer fuerte, independiente, lucha por su reconocimiento profesional y no tiene pelos en la lengua para expresar lo que espera de su vida personal. Es lo que ahora mismo llamaríamos «una mujer moderna» que no teme ser tachada de mala madre o mala esposa por los que no la conocen. Su seguridad abruma y en más de una ocasión compite con la ultra-mega directa Samantha por pedir lo que quiere sin cortarse.

A diferencia de sus compañeras no basa su autoestima en un cuerpazo, en un look que ya quisiera yo para nochevieja o en la seguridad de que conseguirán a cualquier hombre de la pista con sólo mover un dedo. No. Miranda se los puede de llevar de calle igual pero es gracias a su personalidad, su espontaneidad y a la confianza que desprende. Pero SÓLO cuando quiere, porque su fin último nunca ha sido encontrar un hombre que la abrace al dormir, ella pasa por épocas de tres citas por semana y temporadas en las que desconecta el contestador para dedicarse a sí misma. Lo primero es ella y así lo demuestra.

Da los mejores consejos

Miranda dando un consejo

La sinceridad de la pelirroja más adorable de Manhattan es apabullante. No sabemos si será por su faceta de abogada o por su carácter de tipa súper dura pero sus amigas siempre la piden consejo a ella en los momentos difíciles. A ver, las otras opciones son Charlotte, que te dará la respuesta que quieres mientras te invita a un cupcake; Samantha, cuya solución pasará por la cama tantas veces como aguante el susodicho; y Carrie, que va a dar la vuelta a todo para que al final sea ella la que se desahogue contigo.

Pues oye, yo prefiero el jarro de agua fría de Miranda y después irme a merendar y a lo que surja con las otras.

La protagoniza Cynthia Nixon

Esto es sin duda lo mejor de Miranda, la mujer que se esconde detrás. La actriz se ha convertido en una reconocida activista de los derechos de homosexuales y ha apoyado la lucha contra el cáncer, enfermedad que ella misma sufrió en 2006. Y, aunque hace unos años criticó el espíritu superficial y materialista de la serie que nos hemos tragado entre suspiro y suspiro, su interpretación nos ha inspirado a muchas para desear todo sin sentirnos culpables por haber nacido (orgullosamente) mujeres.

Y a vosotras, ¿quién os enamoró de Sexo en Nueva York?