En cuantas ocasiones hemos tenido que escuchar “¿Qué te pasa?, estás con la regla, ¿verdad?” En ese momento se desata tu Drogon interno y quieres fundir a la persona que te ha dicho eso con tu fuego de mala leche por tener que soportar LA preguntita. Pues bien, en primer lugar, el momento en el que el ciclo menstrual nos afecta psicológicamente de sobremanera es justo antes de la menstruación.

El archiconocido síndrome premestrual o SPM hace referencia a todas aquellas molestias que aparecen durante los días previos a la regla. Estas molestias pueden ser tanto físicas como psicológicas (cambios de humor, aparición de acné, dolor en el pecho, llorera, irritabilidad, migraña, agobio, etc.). El momento en el que aparecen es durante la fase lútea o premenstrual (entre la ovulación y la regla, vaya); Cuando nos baja la regla, estas molestias se alivian e incluso desaparecen.

Si se dan molestias mucho más intensas puede lo que realmente te suceda es que sufras un trastorno disfórico premestrual o TDPM. En este caso, las molestias ya no son pasables y se convierten en inaguantables. Si los síntomas te afectan en tu día a día, lo recomendable (por no decir obligatorio) es que acudas a un profesional. Te recomendará que es lo mejor para ti, como por ejemplo analgésicos o anticonceptivos hormonales.

Algunos de los consejos para el SPM son:

  • Beber agua. Para ayudar a que no retengas líquidos, y, por ende, te sientas mucho menos hinchada.

  • Hacer deporte. Te ayuda a reducir los calambres y la retención de líquidos que genera hinchazón durante esos días, también te aporta energía y sensación de bienestar ya que generas endorfinas (la “hormona de la felicidad”). Si no te apetece hacer deporte estos días y tu cuerpo te pide un descanso, es importante que también se lo des.

  • Tener relaciones sexuales. Esto puede ayudar a reducir afecciones como la tensión. Igualmente puede que no te apetezca por el vaivén de tus emociones y te sientas más vulnerable. Mantén relaciones sexuales solo si realmente te apetece y te hace sentir bien.

  • La masturbación es una oda a ti misma. Guarda un ratito en esos días para acariciarte y sentir tu piel. Al masturbarnos, podemos llegar al orgasmo; éste actúa como analgésico natural. ¿Qué te parece entonces dejar a un lado el ibuprofeno sustituyéndolo por orgasmos?

  • Poner en Youtube vídeos de Yoga para el SPM. Tengo la elasticidad de un palito de polo, pero de verdad que ayuda a que los dolores mengüen. No es la panacea, pero todo lo que ayude es bienvenido.

  • Procura llevar sujetadores cómodos que no te aprisionen las pechugas. Cuanto más apretadas estén, más dolerán. A si que recuerda: ¡Libres domingos y domingas!

  • Poner calor en la zona del vientre. Esto es mano de santo, oiga, además de ser otro analgésico natural. Puedes utilizar la típica bolsa de agua caliente o un saco de arroz.

Estos son algunos consejos que puedes llevar a cabo durante el SPM. Lo más importante es que hagas aquello con lo que te sientas más cómoda. ¡Ah! Y recuerda, las mujeres somos cíclicas, por lo que conocer cómo somos o nos sentimos en las diferentes fases de nuestro ciclo, nos puede resultar beneficioso. Por ejemplo, durante la fase premenstrual, somos más creativas y comenzamos a ser más introspectivas. Por lo tanto, aprovecha estas capacidades para sacarte el máximo provecho. ¡No todo es malo en el SPM!