Quiero ser madre soltera: las críticas que recibo a diario

 

Quiero ser madre soltera. Lo tengo clarísimo. A lo largo de mi vida, he probado relaciones con hombres y con mujeres, monógamas y polígamas, pero ninguna me ha convencido lo suficiente como para tomar la decisión de comprometerme para siempre con un hijo de por medio. Traer una criatura al mundo es una responsabilidad muy grande que, debido a mi experiencia personal, no estoy dispuesta a compartir con nadie; pero, a su vez, tampoco quiero renunciar a experimentarla. 

Hace algo más de un año decidí dar el paso de inseminarme. El primer escollo con el que me encontré fue mi país. Soy española, pero vivo en Alemania y aquí no está demasiado bien visto que una mujer, soltera o sumergida en una relación homosexual, acceda a un tratamiento de Fecundación In Vitro. La palabra no sería “prohibido”, porque de cara al escaparate no lo está, pero digamos que necesitas las cuatro bolas de dragón para conseguir que te fecunden y sin contar la importante suma de dinero. Me sale más rentable ir a una clínica española, incluso pagándome el viaje. 

Y es lo que llevo haciendo cada mes desde hace un año. Al principio, fui discreta y no aireé mis intenciones, pero el ir y venir de Alemania a España ha levantado muchos rumores que he tenido que acallar con la verdad: estoy intentando ser mamá soltera. Por lo que los rumores se han transformado en críticas diarias que debo soportar, que se suman a mi frustración propia por no conseguir embarazarme mientras veo reducir considerablemente mis ahorros. 

Pero… ¿por qué? ¿Nadie te aguanta? 

Lo primero que se pregunta la gente cuando comentas que has decidido ser madre soltera es el motivo. Desde “por fea y por gorda”, me han llegado a comentar desconocidos en mis redes sociales; hasta “porque nadie te aguanta”, en mi entorno familiar. Lo que no se valora es la posibilidad de que sea una decisión voluntaria, sino impuesta por una circunstancia. 

Tú sola no vas a poder

Como habrás podido deducir, soy una mujer trabajadora e independiente económicamente. Tengo un buen sueldo, pero un horario un poco complicado al que todo el mundo recurre para recordarme lo difícil que me supondrá la conciliación familiar. Me hablan de las noches de desvelo, del cansancio extremo, del “abandono” al que someteré a mi bebé al tener que recurrir al cuidado de terceras personas para yo mantener mi ritmo de vida. No te negaré que muchas veces me hacen dudar, sé que fácil no será; pero siempre parto de la premisa de que “burro cargado busca camino” y encontraremos el equilibrio. 

Te vas a arrepentir

Me lo dicen muchísimo. “Seguro que más tarde o más temprano aparece esa persona ideal con la que te gustaría formar una familia y tus piedras en la mochila la van a espantar”, me repiten con frecuencia. Como si las mujeres con hijos no fuésemos dignas de encontrar el amor, como si quedarte embarazada por donante te hiciese indigna de aumentar la familia si en el futuro aparece esa persona de la que habla. 

El objeto de las burlas

Que el papá de mi hijo sea un donante, genera una oleada apabullante de burlas sin gracia. Algunas, incluso, con cierto tinte racista: “¿Y si es negro?”, preguntan; cuestión que yo, como mujer de raza caucásica, me daría igual. “¿No te da miedo que herede alguna enfermedad?”, comentan con una fingida preocupación. “¡Y si tiene ADN de un loco!”, intentan generarte miedo. Además, la tontería de “podría ser mío”, ante algún machito que ha ido a donar semen por pasta. 

Críticas + frustración = depresión

El embarazo no llega, pero las críticas aumentan mes a mes, y van haciendo mella en mi salud mental. Con la llegada de cada menstruación, se desvanece mi ilusión y mi dinero a partes iguales; a lo que se suma el “es que lo que pretendes hacer es antinatural” de la gente. Aunque soy una tía fuerte, siento que poco me hundo más en el pozo y comienzo a dudar de mí misma; no de mi decisión, sino de mis capacidades como mamá. 

La falsa moral de la sociedad: el papá soltero es un héroe

En mi grupo de amigos hay un papá soltero. Sé que su realidad es bien distinta a la mía, porque él perdió a su joven mujer por un fulminante cáncer. Él sí que se encontró con la obligación de encargarse de sus hijos en solitario por “obligación”, pero en cualquier caso es visto como un héroe: un padrazo. Él no tendrá problema en rehacer su vida y si tiene que dejar a los dos críos con los abuelos para poder salir a tomar algo o de concierto, es aprobado por el grupo ya que él también merece desconectar. Hazlo tú siendo madre soltera por elección propia, y verás que te caen los palos como granizo en invierno. 

 

¿Alguna mamá soltera por aquí? ¿Cómo ha sido tu experiencia? 

Anónimo