En mi caso es al revés. El alquiler y los gastos están a mi nombre. Pero él se sentía fatal si pagaba menos así que tiene una lista de los gastos y compra la comida, las cenas por ahí y lo que todos llamamos “los caprichitos” y va tachando “deuda”. Se siente mejor así porque aporta la parte correspondiente solo que de una forma más aplazada y que no le ahoga porque yo no le exijo ni le presiono para que me pague, no soy el casero.