Hola preciosa!
He perdido algo más de 30 kilos, al principio solo con una re-educación alimentaria. Sabía que tenía que hacer deporte pero no había dado aún ese «click» en mi cabeza para volver a enfrentarme con ello (es largo) La enfermera, a la que debo todo, me decía que me lo tomase con calma, que llegaría el momento y llegó.
Me pasaba como a tí, no sé si en el mismo grado pero sí, la piel estaba flojita y aunque me veía más menuda, no me veía como quería y no estaba cómoda.
Empecé a hacer deporte, tuve la suerte de dar con un entrenador maravilloso que confió en mí y yo en él. Poco a poco instauré ese hábito en mi vida, descubrí que no solo me gustaba hacer deporte sino que además me ayudaba a sentirme mejor mentalmente, a estar en paz y con el tiempo… han llegado los cambios físicos que han sido un plus añadido.
Mis brazos no están perfectos pero ahora sí me gustan, tengo músculo, se ven fuertes y la piel, aunque no al 100% ha vuelto a su sitio.
Ha sido paulatino, incrementando intensidad, haciendo mucho trabajo de fuerza, manteniendo hábitos muy saludables (¡Con algún capricho, claro que sí!) pero sí, ahora me gusta mucho más lo que veo en el espejo ¿y sabes que? Creo que no solo me gusta por la apariencia física sino pq me siento agradecida, el deporte ha sido una forma de reconectar conmigo misma, de encontrar paz mental y agradezco a mi cuerpo ser capaz de darme la oportunidad de moverme, de superarme, de conseguir añadir nuevas rutinas, nuevos ejercicios…
Te animo, de corazón a que lo intentes y lo pruebes. Estoy convencida de que si das con el deporte que te guste, acabaras abrazando esos brazos que tanto amor te permiten dar y que son una parte preciosa de tí.
¡Un gran abrazo!