El cartel es, como poco, de mal gusto. A mí tampoco me gustaría que con dinero público (habría que ver si la asociación ha recibido subvención para eso) se promocionara una forma de baile con un cartel de una tía sin bragas y con medias de rejilla. Parece que exhibir el cuerpo de la manera que a los varones más les gusta es la única forma de empoderarse. ¿Había chicos apuntados en ese taller?