Respuesta a: No quiero ir a visitar a mi abuela porque tiene Alzheimer

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Invitado
L on #496749

Déjame darte un consejo, como persona que ha pasado por ello, y de verdad créeme en lo que voy a decirte. Mi abuela también lo fue todo para mi desde que tengo uso de razón, ha sido mi figura materna, mi ejemplo a seguir (mis padres son unas buenas piezas que nunca han estado a la altura). Mi abuela pasó los 8 últimos años de su vida con Alzheimer, y esos últimos 8 años vivió conmigo. Déjame decirte, a mi que lo viví 24 horas al día, que se a que te refieres cuando dices que no te recuerda; QUE ELLA SIGUE AHÍ. Te lo prometo, aunque nunca te recuerde, aunque ya no sepa cual era vuestro saludo, ella sabe quien eres. Mis primos nunca venían a verla por que les parecía demasiado duro, lo respeto y de hecho hasta lo entiendo. Pero cuando mi abuela se puso muy muy malita, antes de morir, al oír la voz de mis primos no respondía, por que no los recordaba ni reconocía (lógico si tiene alzheimer). Cuando oía mi voz, reaccionaba y me contestaba. Tu abuela no recuerda el pasado, pero si recuerda su día anterior con Alzheimer, si tiene una parte familiar en su cabeza que hace que se sienta segura cuando oye la voz de quienes la cuidan. Mi abuela ya no se acordaba de mi infancia, pero si sabía que cuando estaba indefensa me tenía a mi, y al escuchar mi voz sabía quien era yo, aunque para ella yo fuese la seguridad en la etapa de su enfermedad. Realmente lo que me importaba era que, aunque no recordase quien era yo, volviera a conocerme cada día, porque así al día siguiente mi recuerdo estaba mucho mas reciente. Yo cada noche le dije que la quería cuando se iba a dormir, y cada mañana cuando yo me iba a trabajar. Y cuando murió, el te quiero que respondió con un “yo también” fue el mío. Créeme que aunque no reconozca el pasado, es importante darle tu presencia en el presente, para que aunque nunca te recuerde del todo, te sienta como un olor y una voz familiares. SÉ MUY FUERTE, que al final de todo este camino, lo único que me hizo sentir una profunda paz mental, fue estar a su lado hasta el último segundo de su vida. Sé que ella sabía que yo la quería, y murió apretándome la mano.