Tu mismo te has dado la respuesta: cuando te describes a ti mismo todo son halagos. No te das cuenta de tus fallos, crees ser perfecto y no entiendes por qué las chicas no caen a tus pies.
Te daré la respuesta: normalmente nos olemos a los chicos que pretenden ser perfectos y ser «lo que buscamos» para tratar de gustar, no nos gustan los victimistas ni los que van de caballeros inconprendidos (básicamente porque todo es fachada y dan MUCHA PEREZA). Buscamos un ser humano, con defectos, virtudes, alguien normal, un igual, no alguien «fiel y romántico» salido de una película de Antena 3.
Cuando seas sincero, espontaneo y no trates a las chicas de una manera distinta para que caigan rendidas a tus pies a lo mejor te llevas una sorpresa.