Yo iría sacrificando preventivamente a tu perro, así no te hartarás, ni tu novio se hartarás, cuando le pase EXACTAMENTE lo mismo que al suyo: hacerse mayor.
Si esto lo hubiera escrito alguien que nunca escogió vivir con un perro y le ha tocado esta situación, lo entendería. No tendrías por qué andar recogiendo pises. Pero es que tú tienes uno que llegará a lo mismo, criatura! Que se le escape el pis, que no pueda caminar y que se le agrie el carácter son todo consecuencia de hacerse viejito. Si te molesta el suyo, lo mismo te va a molestar el tuyo.