Yo no soy madre, pero sí fui una adolescente «rebelde» para lo que querían de mí mis padres. Sinceramente, entiendo tu preocupación, pero también te digo que muchas de las cosas que quieres hacer y se te pasan por la cabeza a esas edades se acaban yendo solas. Yo fui gótica, y para mis padres eso era lo peor de lo peor, a pesar de que nunca me he drogado, soy abstemia y no me he metido en ningún tipo de líos. Sinceramente, a mí lo que más me mosquea es el tema del novio. Que oye, igual es buen chaval, que no tiene por qué ser un mal tío, pero a esas edades (y te vuelvo a hablar desde la experiencia) muchas de las ideas que se nos meten en la cabeza a las chicas (a los chicos no lo sé) es porque nos las meten nuestros novios, así que ahí estaría más atenta. Si/cuando tu hija lo deja con él, ya verás como la mitad de las cosas que ahora está tan segurísima de querer hacer se le olvidan.
Las cosas con mis padres llegaron a estar muy, muy mal, así que decidimos ir los tres a terapia. Si ves que no te entiendes con tu hija, es mejor ir antes de que se tuerzan más las cosas. La terapia salvó mi relación con mis padres.
No sé qué consejos útiles darte, pero te mando mucho ánimo. La adolescencia también es muy dura para los adolescentes, no sólo para los padres.